Reflexión
!Sí, por fin, llegaron las elecciones!.Y estas opiniones, que hemos vertido por estas valiosas páginas periodísticas, respecto al tema del cristiano y la política, han surtido su efecto. Por las actitudes, correos y mensajes recibidos, de conocidos, hermanos, familiares, amigos y de otros, a quienes no les hago buena sangre, percibo, de unos pocos, gracias a Dios, la necesidad que tienen, que escribamos lo que a ellos les gustaría leer, lo que les agradaría escuchar en cuanto a este tema y en relación al candidato de su preferencia. Pero convicciones son convicciones. Y si se sustentan en La Palabra de Dios y el Espíritu de Profecía, no tenemos otra opción. No podemos complacerlos. El objetivo último, es conducirnos hacia la Salvación y la Vida Eterna.
Por ello insistimos. Ud. en este momento, tendrá toda la razón del mundo para querer cambiar el gobierno que dirige los destinos del país. Está en su derecho. La evaluación personal que ha hecho, con la ayuda de los analistas políticos, confirman su decisión. Ya no aguanta más las decisiones de estado y las consecuencias, que según su propio análisis, han traído para los venezolanos estos 14 años. Por ello trabajó duro para sustituirlo. Desea, si es posible, borrar políticamente, de la faz de la tierra, a los responsables.
Este es un sentimiento que se alberga en la mente de millones de venezolanos. Buscan una vía nueva, distinta, esperanzadora. Que le dé sentido a sus vidas defraudadas. Eso es completamente normal, porque el anhelo fundamental del hombre sobre la tierra, es ser feliz, vivir tranquilo, en paz y armonía con todos. Y todo ello, según su propia órbita, se logrará con un “un nuevo camino”.
Pero resulta, que del otro lado de la acera, millones de personas, mentes y corazones venezolanos, también están absolutamente convencidos, que este gobernante debe quedarse. Sienten, que en 40 años fueron los olvidados, en donde la gran riqueza proveniente del petróleo solo beneficiaba a un grupo económicamente privilegiado. Piensan, que sería un error cambiar el gobierno, por cuanto vendrá persecución y muerte. Y todos los beneficios alcanzados, los van a perder irremediablemente. Están seguros que su candidato es “el corazón de la patria”. ¿Entonces?
Así, aparecen lo ni-ni, los que votan nulo y los que se abstienen. Y a quienes no les interesa para nada la contienda política, ejerciendo un legítimo derecho. Son la viva expresión de lo que aquí decimos. Están cansados, hastiados, escépticos y no creen en nadie. Presienten, tienen la sensación, respiran, que pronto, en uno, dos o tres años, van a estar nuevamente chasqueados. Les huele feo. Y tienen toda la razón.
En cuanto a nosotros, estamos convencidos, que cada quien tiene derecho de poner su esfuerzo para cambiar o mantener el gobernante. Lo que me causa gracia, es que ambos sienten, están seguros, que Dios está con ellos. Y su ánimo espiritual, va a depender de los sentimientos, beneficios o frustraciones que hayan cultivado en su vida esperando el 7 de Octubre. Alguien, en cierta ocasión, le preguntó a un político: “¿Ha cumplido todas las promesas que hizo durante su campaña?” El respondió: “Si, bueno… por lo menos, todas las promesas que yo pensaba cumplir”. Seguro, mis amados lectores, ni el gobierno si se queda, ni el otro, si asume el poder, van a llenar el vacío de un corazón sin Cristo. Repito, no negamos el legítimo derecho que cada persona tenga de trabajar por quien cree es la mejor opción de gobierno. !Hágalo si quieren! Pero al final de cierto tiempo, le quedará demostrado, que esas perspectivas van a frustrar sus anhelos y aspiraciones. Seguirán experimentando una incertidumbre que los inquieta. Como si les faltara algo. Por cuanto sustituyeron a Cristo en sus vidas.
Hay cristianos que viven en una dimensión, cuyas necesidades espirituales dependen de la empatía que desarrollaron por un candidato. Es por eso, que están permanentemente sometidos al estrés pre-electoral y pos-electoral. Y expuestos a frustración permanente, por cuanto no han escalado un anhelo más elevado relacionado con su vida espiritual. Es decir, a pesar de ser cristianos, no han tenido una experiencia personal con nuestro Señor, y ello les crea esa repetida incertidumbre por ver a hombres en funciones de gobierno, hasta el punto, de creer que pueden ayudar a Dios. Al estilo de Sara o del mismo Pedro. !Error!
Teniendo la Luz, la colocan bajo el almud. Siendo la Sal de la tierra, la hoyan con sus pies, teniendo el Agua de Vida, la despilfarran, predicando de política y de candidatos y abandonando la Gran Comisión. !Triste! ¡Hasta el martes, Dios mediante! Próximo título: “Pasaron las elecciones” “Tu Palabra no muere, nunca muere,… Omnipotente, porque es la vida misma, y la vida no vive, vivifica. Miguel de Unamuno.
