El voto: secreto que sólo el elector puede revelar

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Desde la instalación del voto electrónico en Venezuela en el año 2004, en el marco del referendo revocatorio contra el presidente Hugo Chávez impulsado por la oposición, la confianza en la transparencia de los comicios celebrados por el Consejo Nacional Electoral fue puesta en entredicho en los procesos realizados posteriormente, llegando al extremo de temer por la violación del principio constitucional del secreto del voto.
Aunque parte de la desconfianza es achacada al uso de la lista Tascón por parte del Gobierno nacional, para discriminar entre los venezolanos que pueden trabajar o negociar con el Estado, el infame documento fue elaborado a partir de la información de los firmantes para la activación del referendo presidencial y no con datos de quienes participaron como electores.
Cabe aclarar que ningún documento, hoy por hoy, puede aplicarse como instrumento de intimidación en el caso de la voluntad ejercida a través del sufragio.
Asimismo, en los últimos años, y luego de un ejercicio de reflexión especialmente entre los factores de la oposición, se ha dado una vigorosa campaña con respecto a la promoción del carácter secreto que mantiene el voto venezolano más allá de los cambios que se han dado en el proceso de votación. Esto luego de la amenaza que supone la desconfianza de los electores en la transparencia de un proceso que puede acarrearles nefastas consecuencias de convertirse en “enemigos del Gobierno”.
El esfuerzo de los opositores de trabajar en la participación electoral, junto con la necesidad del árbitro electoral de demostrar su independencia política, se han combinado para garantizar de todas las formas posibles que el sistema electoral es totalmente confiable y el voto se mantiene como un secreto inviolable.
Las elecciones presidenciales del próximo domingo, para las cuales se espera una abstención de entre 15% y 20%, con una de las más altas participaciones en la historia política nacional, pueden constituir un medidor de la confianza que los votantes pueden tener en el Poder Electoral. Una confianza que por supuesto suma la conformación de los equipos de testigos puestos por cada uno de los candidatos presidenciales.

Imposibilidad electrónica
Una de las certezas del proceso a celebrarse dentro de cinco días, es que tanto la máquina de votación como la capta-huellas necesaria para activarla no tienen conexión alguna que permita el intercambio de datos, por lo cual no se puede establecer relación entre los electores y los votos emitidos.
Cada máquina del Sistema de Autenticación Integral (SAI) está cargada con los datos de los electores y sus huellas dactilares para permitir la identificación del elector al momento de la llegada a la mesa y la activación de la máquina de votación, la cual únicamente contiene los datos de los candidatos presidenciales y los votos emitidos a favor de cada uno. Una disposición de datos con la cual se espera también mantener el principio de “un elector, un voto”.
De igual forma, tampoco puede establecerse un cálculo en el orden de la emisión de los comicios y la fila de electores, ya que el registro de los votos en la memoria temporal alcanza para cinco votos dispuestos sin orden específico. Por cada cinco votos que entran en la memoria temporal uno es enviado y guardado de forma aleatoria en la memoria del dispositivo. Este mismo procedimiento se cumple en la máquina capta-huella del SAI para reforzar la seguridad del proceso.
Además de garantizar la transparencia de la elección con una constancia física, el comprobante de voto sólo contiene la información del proceso, la mesa electoral donde se produjo y el candidato presidencial seleccionado, el cual es destinado a la urna electoral donde se mezcla con el resto de los votos emitidos por todos los electores. Por otro lado, la información digital que queda en la máquina de votación se encuentra cifrada bajo distintos códigos. Sería una tarea de titanes intentar descifrar los datos y afectar la elección, según lo ha asegurado Rui Santos, gerente de Producto de Smartmatic, empresa encargada de la producción de máquinas de votación desde hace ocho años.
Con estas medidas tomadas para la elección presidencial, se hace pertinente asegurar que el voto se convierte en un secreto que sólo puede ser revelado por el elector que decida hacer pública su filiación política.

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Sobella Mejías: Participación de testigos es clave
La exrectora del Consejo Nacional Electoral y presidenta de la Fundación Barquisimeto Actívate, Sobella Mejías, considera que para las venideras elecciones ya está “más que demostrado que el voto es secreto y la única forma de que pueda conocerse es que un elector manifieste por quién votó”.
La exfuncionaria destacó la efectividad de los códigos que protegen los datos de las máquinas de votación y las capta-huellas, así como el almacenamiento aleatorio de los datos que impide cualquier tipo de seguimiento a los participantes.
No obstante, hizo hincapié en la importancia de la participación de los testigos, quienes no pueden conformarse con estar el día de la elección, sino que también deben presentarse en los centros de votación este viernes, día en que se llevará a cabo la instalación de las mesas. “La gente casi no va este día y no se pueden dejar cabos sueltos en un proceso tan importante, es necesario que se revise el material y que quede debidamente sellado hasta el domingo en la mañana”.
Asimismo, Mejías recomendó a los testigos revisar que no haya conexión entre las máquinas capta-huellas y de votación más allá de la necesaria para que una active a la otra. Es pertinente que los representantes de los candidatos presidenciales y los partidos políticos también permanezcan en los centros para el proceso de auditoría del proceso y el envío de datos a la sala de totalización del CNE.

González: El Gobierno no sabe por quién votamos

El coordinador regional de la Mesa de la Unidad Democrática, Macario González, confía en la protección del secreto que tendrán los votos de los participantes en los comicios presidenciales, en atención a las distintas auditorías que se han realizado al sistema electoral venezolano, las cuales incluyen la revisión al proceso en general, el software y las máquinas a utilizar, así como el sistema de transmisión de datos.
Una muestra de la protección, a juicio del dirigente, lo constituye la falta de sanciones contra ciudadanos porque emitan votos en contra (o a favor) del Gobierno nacional. “Y mire que han votado bastantes chavistas por la oposición en varios elementos como las primarias. El régimen no tiene manera de descubrir por quién vota la gente”, expuso.
Recordó que acciones como la discriminación política a través de las listas Tascón y Maisanta fueron posibles porque el Gobierno tuvo acceso a las listas de firmantes a favor del proceso revocatorio contra el presidente Chávez, mas no supo quiénes votaron en contra del mandatario. De hecho, González considera que el objetivo detrás de la incautación de los cuadernos de votación utilizados en las elecciones primarias de la MUD, realizadas en febrero, sería la reedición de una nueva lista de ciudadanos marcados.
“Exactamente, esto viene a corroborar que el acto del sufragio está protegido por el sistema electoral y no hay forma de que se pueda descubrir. Tres millones de venezolanos votaron en las primarias y el gobierno no supo. Intentaron incautar los cuadernos para reeditar la persecución sobre los participantes, pero como nosotros destruimos el material utilizado, les fue imposible hacerlo”.
Fotos: Archivo

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