Mientras las autoridades locales afinan detalles para terminar la avenida Bicentenaria que conecta desde la Argimiro Bracamonte con la principal de El Ujano, la vialidad de los alrededores está en pésimo estado a pesar que en la zona se está construyendo un hospital que requerirá la rehabilitación completa de los accesos viales.
En Indio Manaure la situación es peor, desde hace un mes el transporte público no entra porque las calles están en pésimas condiciones.
Los residentes cuestionan que la nueva avenida termine en la principal de El Ujano y no la prolonguen por un lado de La Floresta hasta la Hermann Garmendia, a la altura del Distribuidor El Ujano, que conecta con la Circunvalación. Sostienen que si dejan una calle angosta allí seguirá el embotellamiento en la zona. La vía que es de dos canales está llena de huecos, los conductores se desplazan por allí con dificultad.
Más hacia al norte la situación es caótica. Las vías están prácticamente colapsadas en los trece sectores de Indio Manaure. La vía principal y la segunda, que recorren toda la barriada, están rotas de acera a acera desde que se entra al barrio por la parte sur, en el sector 1 hasta el 9 que está en el extremo norte de la comunidad.
Luis Ramos, quien es socio de la Ruta 12, comentó que desde hace un mes no está entrando a Indio Manaure porque las vías están “intransitables”.
“No pudimos pasar más por la comunidad. Las unidades presentan muchos daños cada vez que no metemos, lo que estamos haciendo es dejar a los usuarios aquí en la entrada. La gente comprende que no es culpa nuestra”.
Ramos agregó que desde que suspendieron el servicio del transporte hace un mes los vecinos han tratado de ponerle cal a la vía, pero todo ha sido en vano. “El problema es que no se trata de tapar un hueco, sino de rehacer las calles completa”.
Camila Castañeda, residente del sector 9, comenta que cada día para ellos es un problema tener que caminar hasta 20 minutos para poder tomar el transporte público. “Esto es matador, uno tiene que caminar más de once cuadras para poder llegar a la parada. Antes las unidades recorrían todo el barrio, pero ahora no, uno tiene que cargar a los hijos hasta la entrada”
Castañeda dice que lo más engorroso es en la mañana cuando debe llevar a su hijo hasta el maternal. “Toda esa distancia debo caminarla con el niño en los brazos, porque no puedo ponerlo a caminar; ni siquiera tiene los dos años. Llego muy cansada a la parada”.
Florencia Colmenares, del sector 3, agregó que la situación empeoró desde hace tres meses cuando el consejo comunal de la zona rompió las vías para arreglar las tuberías de aguas negras, pero no terminaron de repararlas. Ellos comenzaron a realizar los trabajos pero después no lo terminaron y dejaron algunas tuberías con filtraciones. Ahora esas aguas se empozan y se sienten los olores nauseabundos en todo el barrio, deberían cerrar eso”.
Fotos: Emanuele Sorge
