Dentro de la problemática que está afectando el desarrollo de la industria manufacturera venezolana, la demora en la liquidación y entrega de divisas por parte de la Comisión de Administración de Divisas, se ha convertido en severo obstáculo para el sector, asegura el presidente de la Confederación de Industriales de Venezuela, Carlos Larrazábal González.
Advierte que el retaso marcado que está reflejando Cadivi, ya es preocupante en algunos sectores, aquellos que se denominaban prioritarios están ya teniendo retrasos entre 30 y 60 días y el resto de los sectores no prioritarios, que reportaban desde mayo que ya tenían retrasos de 90 días, en estos momentos ya se ubica la demora en 130 días.
-Este es un tema preocupante porque los ingresos petroleros siguen siendo elevados, los ingresos de divisas del país, según las cifras del Banco Central están normales, por lo que no entendemos las razones por las que se originan esos retrasos que nos están generando problemas con nuestros proveedores internacionales, lo que puede afectar las empresas en los próximos meses ,afirma.
Ratifica que persiste el colapso en los puertos, lo que está reflejando aumentos promedios de 285% en lo que son los costos de importación, afectando de manera significativa la competitividad de los bienes venezolanos. Señala que la dependencia del petróleo, también es vista por el sector manufacturero con una gran preocupación, ya que se ha incrementado en una forma significativa.
-En este momento estamos dependiendo en un 96% de los ingresos petroleros, cuando en la década de los ochenta este monto estaba en alrededor del 80% o menos; mientras que las exportaciones no tradicionales apenas están reflejando un 4% del total, y en este primer semestre el Estado refleja importaciones por US$ 27.000 millones, cifra que es inmensa para el tamaño de la economía venezolana, que se mantiene única y exclusivamente por los ingresos petroleros, pero no por la actividad económica general del país, resultando más inquietante cuando se detecta que el 37% de esas importaciones lo está ejecutando el Estado en forma directa, generando una competencia desleal con los productores locales, señala Larrazábal.
Foto: O. Azuaje