#Opinión: Recta final Por: Jorge Euclides Ramírez

-

- Publicidad -

Falta una semana para las elecciones presidenciales y los análisis y conjeturas sobre su resultado abundan por todas partes. Algunos basan sus pronósticos en las encuestas, otros en las manifestaciones de calle y entreverados con el alud de material informativo muchos dejan colar datos sobre enfermedades, tensiones en los cuarteles y rumores de todo tipo que encrespan los ánimos de muchos ciudadanos habituados a consumir sobredosis informativas.
Indudablemente que las encuestas como elemento científico no pueden ser desestimadas bajo ningún concepto. Algunas reflejan una ventaja abierta a favor de Chávez, otras informan de un empate técnico, mientras que encuestadoras emergentes dan ventaja a Capriles por algunos puntos. Tenemos así que no hay coincidencias entre las encuestadoras, ni siquiera entre las que tradicionalmente presentaban anteriormente porcentajes parecidos. A esta disparidad de cifras entre las encuestadoras no podemos buscarle explicaciones estadísticas porque usan el mismo sistema de cálculos, más bien tendríamos que comparar el formulario que utilizan como instrumento de sondeo, ya que es allí donde pueden estar las explicaciones que aclaren las diferencias. Pero incluso en esta área podemos encontrarnos con enredos semánticos que nos dejen en el mismo laberinto de confusiones.
Busquemos entonces explicaciones sociológicas. Cuando se pregunta a los venezolanos sobre los programas sociales creados y operados por Chávez el apoyo es de aproximadamente el ochenta por ciento aunque la población beneficiada no supere el 25 por ciento. Esto define un inmenso espacio político que gravita fuertemente sobre el comportamiento electoral. No obstante la gestión de estos programas sociales ha estado cruzada por ineficiencia, retardos, descuidos y probablemente por hechos de corrupción. Sobre estos aspectos el candidato Capriles ha elaborado un discurso competitivo, promete mantener estos programas y agrega que lo hará con eficiencia y sin sectarismos. Hasta donde su mensaje ha podido percolar es una  incógnita que se despejará el siete de Octubre.
Pero no obstante este marco de contenidos temáticos conectados con el ideario de los “pobres” y que soportan las preferencias electorales, existen factores que modifican su direccionalidad ideológica, tales como la inseguridad, la inflación, la escases de algunos alimentos, la incertidumbre sobre la propiedad privada, la deficiencia de los servicios públicos (sed y apagones), factores que en su sumatoria  generan cuadros conflictivos que sin duda tienen incidencia sobre los electores.
Así tenemos que si bien a nivel mediático se observa una ventaja de Capriles por sus actos de calle y la emoción que despierta por donde pasa, no debemos olvidar que los chavistas son invisibles para los sectores clase media y los MCS que reflejan su cotidianidad. Igual que lo fueron los adecos décadas atrás, permitiendo que un conocido actor cómico hablara de  “La Marabunta” figura con la cual explicaba que en las elecciones los votantes adecos salían de todas partes como hormigas. Eso ha pasado en elecciones recientes, los votos chavistas no se ven pero aparecen el día de las urnas.
No obstante en las elecciones parlamentarias últimas la oposición obtuvo más votos que el oficialismo y estas cifras parecen apoyar los resultados de encuestadoras que hablan de un empate técnico. Para la oposición el reto es poder contar con un equipo humano bien organizado el día de las elecciones que le permita movilización y defensa del voto de manera eficiente, mientras que al oficialismo le toca lidiar con un monstruo que asoma su rostro a cada rato, la abstención de sus votantes. Una abstención que amenaza con ser importante por la desmotivación que puede verse en sus actos públicos.
En cuanto a la tarea personal de Chávez y Capriles como candidatos solamente queda reconocer a los dos el esfuerzo titánico que están haciendo. Capriles con una descarga de adrenalina inmensa e intensa, como un atleta que escala una montaña empinada con un empeño indetenible, Chávez con una garra espiritual encomiable, luchando contra dolores y padecimientos para mostrar semblante de hombre sano cuando el mismo ante una imagen sagrada pidió vida, “Vida Llameante, pero Vida”, en reconocimiento incuestionable de su lucha contra la muerte. Ambos merecen respeto y que Dios y el pueblo decidan.

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

- Publicidad -

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -