#Opinión: La mutación del delito en Venezuela Por: Astrid Liscano de Raad

El tema delictivo en el País, siempre de interés para abogados penalistas y otros profesionales de carreras afines, es ahora un tema especialísimo para la   opinión diaria de cualquier ciudadano común. Delitos que antes ocurrían ocasionalmente, como el homicidio, robo de vehículo, secuestro y  extorsión, hoy suceden a diario, en  cualquier lugar y a cualquier hora en el país.
Se comienza a tratar de una forma desesperada, el tema del auge delictivo, opinando muchos que aquí debería instaurarse la pena de muerte para ver si esta situación se frena, pero instaurarla en Venezuela no es posible, ya que nuestra Constitución no la contempla y la pena máxima existente es de 30 años, siendo por otra parte muy curioso el hecho de que  tampoco la pena de muerte aminora el delito, en los países donde esta se aplica. Desde el análisis criminológico ocurre que el delito en Venezuela, muto y el delincuente cambio, en medio de una sociedad abatida de problemas y con carencia de valores, con un creciente número de niños de la calle que perciben en el delito una única forma de sobrevivir y de resistir, quienes no poseen hogar y cuyas conductas delictivas  representan un ataque continuo a la sociedad.
Mucho se queja también el ciudadano común, con relación a las medidas cautelares, por citar un ejemplo, que fueron muy novedosas en el Código Orgánico Procesal Penal promulgado en 1998, hoy día presentando ya varias reformas, donde el juez puede aplicarle a un procesado, una medida menos gravosa, como presentación periódica por ante el Tribunal o arresto domiciliario, por citar algunas, para evitarle el ingreso a la cárcel a quien haya cometido un delito de menor gravedad, pero esta novedad trajo como consecuencia, que el delincuente, primario se convirtiera en un  reincidente, por no valorar la imposición de esa medida. Por otra parte el delincuente beneficiado con una medida cautelar, que sale en libertad, no va a un lugar de ángeles, sino que regresa al grupo social donde él convive, donde persisten todas las circunstancias y anti valores que lo llevaron a delinquir. En una charla que fue dictada recientemente por el Dr. Fermín Mármol García, en el Colegio de Médicos del Estado Lara expuso con gran preocupación que en Venezuela el delito mutó, esto es que ahora, el delincuente no solo roba sino que también asesina a la victima con ensañamiento y maldad, conducta ésta que se observa mucho en las llamadas bandas de los cocos secos, jóvenes cuyas edades oscilan entre los 17 y 25 años, para quienes la vida no vale nada.
Ahora bien, el delito, jamás desaparecerá en ninguna sociedad del mundo, pero si se puede controlar y disminuir y no será aumentando las penas de los delitos, ni instaurando la pena de muerte, como se controlará este problema, sino rescatando los valores en el individuo, desde la familia, desde la escuela, y en la sociedad, en donde se valore la dignidad humana, se inculque respeto y amor al prójimo, valor al trabajo, al estudio donde  se valore el esfuerzo y no el facilismo, de allí que el Estado debe implementar una política criminal efectiva y de avanzada, donde se ataquen con sinceridad primordialmente los factores que la producen.