A medida que avanza el tiempo, empeoran las condiciones del asfalto en la avenida Las Industrias, al oeste de la ciudad, debido a la falta de atención oficial. Desde hace cuatro años, aproximadamente, según los vecinos de la zona, la vía exhibe su peor rostro.
Si bien hace poco, la Alcaldía de Iribarren ejecutó una rehabilitación frente a la entrada principal de la Zona Industrial II, frente a una conocida ferretería, existen otros tramos que no fueron alcanzados por el operativo municipal: se observan repletos de huecos.
Los cráteres ocasionan daños en los vehículos livianos y unidades del transporte público, generando a la vez, pérdidas económicas en los ciudadanos que frecuentan la avenida, quien invierten hasta 700 bolívares en la reparación del tren delantero.
Residentes de La Caldera, ubicada a un lado de la vía, en el sentido, oeste-este, protestaron en varias oportunidades durante este año, a causa del deterioro de la vialidad sólo que ni siquiera las manifestaciones vecinales han permitido la cooperación de las autoridades, al menos, no lo suficiente.
La Empresa Municipal de Infraestructura y Conservación del Ambiente (Emica) a través del plan Asfalto Parejo bien podría poner punto final al resto de tramos desasistidos.
Otro punto de alarma son las dos luminarias de la isla que separa los canales de circulación, ubicadas frente a la sede de la Cámara de Industriales del estado Lara.
Un carro impactó contra los postes y permanecen doblados, a punto de caer sobre la vía por donde se movilizan numerosos usuarios.
En este sentido, es conveniente la atención de Corpoelec a fin de impedir una desgracia y además para mejorar la iluminación durante las noches. Han transcurrido unos 15 días desde que ocurrió el choque.
Abandono en la Zona II
Los huecos no son exclusivos de la avenida Las Industrias, en la Zona Industrial II, la situación es igual o peor.
No ocurre mantenimiento desde hace décadas, tal como lo manifiestan los trabajadores y empresarios que hacen vida en esta área dedicada a la producción.
Aunado al crítico estado de la vialidad, se agregan los numerosos botes de aguas blancas y negras, a lo largo de toda la Zona II, como también es llamada.
En este caso, los vecinos de Moyetones, sector cercano a las fábricas y/o galpones, comentan que es necesario la sustitución completa de las tuberías.
Luis Durán, habitante, declaró que tanto empresas como domicilios, sufren con los continuos colapsos de cloacas y rupturas en los tubos de aguas blancas. Explicó que Hidrolara conoce a fondo el problema pero no cuentan con los recursos para ofrecer la solución.
Por esa razón, pasan hasta dos semanas sin utilizar los sanitarios, esperando a que el colapso disminuya pero, al cabo de unos días, se desborda la red colectora. “La contaminación no se aguanta; Hidrolara junto a los organismos de atención sanitaria deben trabajar en conjunto por nuestra salud”.
Maritza Álvarez, otra de las residentes, manifestó que en el caso del suministro del vital líquido, existe una falla en la cantidad de distribución, justamente, por las imperfecciones que presenta la tubería central.
“De los grifos, prácticamente, no recibimos nada porque el agua está botándose en las calles: no hay una dirección específica, en cualquier parte se nota el río malgastado.
Las familias que tienen bombas pueden recibir el agua con mayor presión pero no todos contamos con ese recurso”, finalizó.
Fotos: Dedwison Álvarez