Preocupados están los habitantes de El Tostao, sector uno, por el bote de aguas blancas que existe en la avenida principal desde hace dos semanas. Los vecinos han solicitado la atención de Hidrolara pero no acuden las cuadrillas de reparación.
Entre las consecuencias que deja la ruptura en la tubería, está la falla en el suministro a las familias, quienes deben almacenar lo necesario para preparar la comida y llevar a cabo los quehaceres del hogar. Sale poca cantidad de los grifos .
Además, están los daños que ocasiona la humedad constante al asfalto. De pequeña grietas pasan a formarse huecos a lo largo de la vía principal. Es un río, dijo la vecina Yohana Briceño, lo que se observa cuando apenas llegan al popular sector ubicado en la avenida Florencio Jiménez de la vía Quíbor.
El tren delantero
Los carros que circulan a diario por El Tostao, están arruinados por los grandes cráteres que se localizan en diferentes tramos. El tren delantero, es una de las partes del automotor que sufre mayores imperfecciones, generando gastos muy altos.
A un conductor particular, le resta entre 300 y 750 bolívares del ingreso familiar, dependiendo de la magnitud del problema. Mientras que a los profesionales del volante, la situación se le transforma en dos o tres días sin laborar y es el tiempo que demora la buseta o “rapidito” en el taller mecánico.
“La vialidad está muy dañada, en el sector 19 de Abril, por ejemplo, nunca han acudido para reparar el asfalto. La alcaldesa Amalia Sáez facilitó la rehabilitación de la entrada de El Tostao pero al resto de la comunidad la dejó desamparada”, agregó Yohana Briceño.
En riesgo
Asimismo, los vecinos solicitan el embaulamiento de la quebradas y pequeños bucos que atraviesan la comunidad, debido a las numerosas familias que viven en los bordes, sufriendo riesgos especialmente en días de lluvias.
En el sector La Cabaña, diez familias aproximadamente están en zona de riesgo y ante las mínimas precipitaciones se inundan buena parte de sus hogares. Los consejos comunales de la zona han solicitado la acción oficial para obtener atención pero no son tomados en cuenta. Es necesario reubicarlos.
Además exponen los peligros que rodean a los niños en edad escolar, quienes cruzan los bucos hasta llegar a las escuelas. Los planteles educativos de la zona, suspenden las actividades académicas en días lluviosos para resguardar a los infantes.
Viviendas
Por último, familias del sector 19 de Abril solicitan la atención habitacional para beneficiar a las familias que todavía esperan por los frutos de la Misión Vivienda. Si bien no están entre las familias en zona de riesgo, piden una casa digna para convivir junto a sus hijos.
Sólo pocos hogares cuentan con sus inmuebles bien construidos, las demás personas hacen de los ranchos de zinc su única morada por los momentos.
Fotos: Ángel Zambrano
