#opinión: La Red de Instituciones Larenses ¡En acción! por: Maximiliano Pérez

LÓGICA, RAZÓN Y SENSATEZ. Generalmente comenzamos el día frente a un espejo, nos aseamos frente al reflejo de nuestra fisonomía y a medida que nos despertamos y nos observamos, podemos reencontramos con nuestra conciencia, máximo tribunal qué, con justicia irrevocable, nos dice las verdades, nos valora nuestros aciertos y nos induce a corregir nuestros errores.
La Patria, madre de sus naturales y adoptiva para emigrantes de vecinas y de lejanas tierras, se está jugando el futuro en el proceso electoral. Se trata del evento programado para el día siete de octubre (7-O), al cual hay quien lo ha denominado día D emulando al día en el cual las fuerzas armadas Aliadas desembarcaron en Normandía liberándonos del Holocausto Nazi. Podríamos decir que el 7-O es el día “D”… “El día de la Democracia”.
Éste día de magno significado para los habitantes del país tenemos el deber de ejercer el derecho a votar. La libertad que hemos logrado con máximo esfuerzo y hasta sacrificio tiene un rol preponderante. Todo aquel que puede votar es mayor de edad, por tanto, se supone que está capacitado mentalmente para actuar utilizando, idóneamente, la lógica, a la razón y la sensatez.
Los pueblos generalmente tienen mala memoria, tal vez porque en el calendario eterno el lapso de una generación es minúsculo y porque, se dice, que la historia la escriben los vencedores tergiversando hechos anteriores y adaptándola a sus apetencias pero, la verdad siempre se impone y hasta en la transmisión de los conocimientos en forma oral encontramos indicativos reales que desmantelan las mentiras y nos inducen a la reflexión.
Venezuela ha marcado el camino hacia la libertad más allá de los océanos y hemos vivido etapas democráticas a las cuales no hemos valorado lo suficiente, por eso, el disfrute de los logros obtenidos con la sangre de los mártires que se han inmolado en pos de los sueños de libertad han sido precedidos, cíclicamente, por lapsos de tortuosa existencia. Por ejemplo, fácilmente nos olvidamos de las montoneras incendiarias de caseríos, pueblos y sabanas y aceptamos que conviertan en héroes a desalmados asesinos. Hay quien, subliminalmente, se encamina a justificar o, a enaltecer a Boves.
“Los derechos no se mendigan… se ejercen” Razón suficiente para cumplir el único requisito de hacer valer esos derechos… “cumplir con nuestros deberes”. La Constitución Nacional y las leyes de la República, con pequeños márgenes de errores o de desacierto han marcado pauta internacional en demostrado respaldo al espíritu, propósito y razón del legislador venezolano. Habiendo sido adaptado el Estamento Legal venezolano a preceptos históricos internacionales tenemos instituciones legales y judiciales con base firme como para evitar que sean manipuladas y distorsionadas; ellas mismas, de por sí, se protegen del oprobio y de intentos temporales de ser mal utilizadas.
Nuestra Carta Magna avala nuestros derechos pero, tenemos la limitante de que terminan donde comienzan los derechos de los demás y esto, es determinante, por cuanto marca el comienzo de nuestros deberes, es allí donde está el equilibrio, la igualdad y… la equidad.
Emulando un principio rotario cito una de las preguntas de la prueba cuádruple: “¿Es equitativo para todos los participantes?” y, en lo más profundo de nuestras soledades; en dialogo silente con nuestra conciencia, analicemos las alternativas que tenemos para lograr el bienestar de esa madre que nos cobija, llamada… Venezuela.
Sería demasiado triste y, hasta aberrante que algunos volviesen a decir: “Yo creí”. Les recuerdo que todos y cada uno de los votantes es mayor de edad y se supone que mentalmente capacitado. También lo son quienes se abstienen de ejecutar este privilegio que le otorga la libertad y la democracia. Debemos tener presente las palabras del Libertador: “Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción” y “Los pueblos tienen los gobiernos que se merecen”… ¡Suya es la decisión!