Cada una de las dieciocho hectáreas del Parque Zoológico y Botánico Bararida, va narrando a sus visitantes la historia de este emblemático espacio, que se ha convertido a lo largo de los 45 años en un punto de referencia.
La palabra conservación cobra sentido en este lugar, donde se ha promovido de una manera eficiente la reproducción en cautiverio de especies animales, tanto autóctonas como exóticas.
Han sido cuatro décadas y cinco años además, sembrando conciencia y respeto por el ambiente. Las plantas y las especies vegetales también tienen un espacio destacado en el Zoológico, denominado cariñosamente por el colectivo como el Parque Bararida o el Bararida.
El 21 de septiembre celebró su aniversario, y desde esta vitrina informativa esperamos que todos los proyectos y propuestas que tengan, siempre sean en beneficio de la flora y la fauna que allí habita, así como del colectivo larense que disfruta día a día de un pulmón vegetal dentro de la ciudad de Barquisimeto.
Un poco de historia
Detrás de cada una de las obras de nuestra capital musical, siempre ha estado las manos de hombres y mujeres, quienes han puesto su corazón, su esfuerzo, su empeño, y además ganas de contribuir con la sociedad larense, de enaltecerla a través de espacios.
Eso fue exactamente lo que ocurrió con el Parque Bararida. Ya en 1938 “el gobierno del estado Lara, bajo la presidencia del doctor Pablo Gil García, estuvo considerando la posibilidad de crear una Colonia Agrícola (Urbanización Obrera o Colonia Obrera)”, según está reseñado en el libro de Bruno Manara, Parque Bararida: Su historia, su fauna, su flora (pág.11).
La cooperativa se disolvió y el poco interés que mostraron sus integrantes, hicieron que las autoridades desertaran de la idea en el espacio que se les había ofrecido al norte de Barquisimeto.
B. Manara explica en su libro que para el 14 de noviembre de 1938 estaba encargado de la presidencia del estado Lara el general Lino Díaz (hijo), quien en sus primeros decretos propuso la remodelar la rústica plaza Lara y para ello debían entonces abatir la arboleda de cedros, samanes y caobas, en ese momento un escaso punto de verdor en Barquisimeto. Esto levantó revuelo, provocó protestas y para remediar la situación el 24 de julio de 1939 hizo otro decreto para embellecer la ciudad con áreas verdes.
El proyecto era extenso y a Lino Díaz (hijo), no le dio tiempo de concluirlo. Nombran de presidente del estado Lara a Honorio Sigala, quien se preocupó por la carencia de espacios verdes en la ciudad, no sólo por el embellecimiento, sino que entendía que la reforestación era la única manera de garantizar una vida más saludable en la ciudad y en la región.
“Por tal motivo el 30 de enero de 1939 decretó: Procédase a cercar el terreno ubicado en la parte norte de la ciudad, dentro de los linderos siguientes: por el Norte, Avenida Concordia; por el Sur, límite urbano; por el Este, Avenida Concordia; y por el Oeste terrenos de la Cooperativa Obrera Simón Bolívar destinada a un bosque o campo de reforestación”, B. Manara, (Parque Bararida: Su historia, su fauna, su flora).
El doctor Honorio Sigala era un hombre muy culto y letrado, es por ello que para darle un nombre al parque, estuvo leyendo e investigando en textos sobre la historia colonial de nuestro estado, fue así como en el libro La ciudad y el tiempo de Fulgencio Orellana, encontró la palabra caribe Bararida, “con la cual se designa antiguamente a la región o país ocupado por las tribus jirajaras”.
Para 1940 en la III Feria Exposición Barquisimeto, se mostraba en un pabellón una maqueta denominada Bosque Tropical Bararida, con lo cual las personas se entusiasmaron y se exhibía lo que sería el proyecto como tal.
Pero las labores fueron muy lentas y a eso se le agrega que pasaron otros gobiernos, con inquietudes diversas a las de Sigala, que dejaron que se tomara parte del terreno del parque, para la construcción de casas y otras edificaciones.
Ya en 1952 habían comenzado a trabajar en la creación de un sector del parque. Sin embargo, era realmente poco lo que se hacía y además muy lento.
Ya en 1964 con Miguel Romero Antoni como gobernador del estado Lara, el proyecto retoma su fuerza inicial y él es quien ordena hacer una cerca y delimitar la zona. El segundo paso fue formar la laguna central, según nos cuenta Bruno Manara en su libro, y después la entrada y la caminería con los chaguaramos.
“Finalmente el 21 de septiembre de 1967, Miguel Romero Antoni decretó el Parque Zoológico y Botánico Bararida (Decreto Nº 346)”, (Ob. citado).
Desde ese momento comenzaron a llegar los animales, algunos donados por personas, otros propios de la fauna silvestre de la región y otros tantos por intercambio con zoológicos del país. Esa población faunística poco a poco aumentó.
El Parque Bararida en sus inicios era una dependencia del entonces Ministerio de Agricultura y Cría (MAC). Después, Ministerio de Obras Públicas (MOP) e Inparques. Y desde el año 1997 es una dependencia adscrita a la Gobernación del estado Lara, que funciona como servicio autónomo.
Metas y propuestas
Entre el 2011 y 2012 en el Parque Zoológico y Botánico Bararida han nacido más de 50 especies animales. El éxito reproductivo ha traspasado fronteras, porque incluso desde otros países han alabado la labor que allí se realizan, logrando tener animales como los manatíes o las dantas, que son difíciles en cuanto a su nacimiento.
El ingeniero Julio César Gutiérrez, director del Parque Zoológico y Botánico Bararida, destacó que este éxito se debe gracias al equipo que se encuentra trabajando en la Unidad de Manejo y Salud Animal, quienes prestan toda su atención a las crías, ofrecen los servicios necesarios a las madres y están atentos a cualquier enfermedad o complicación que ambos puedan tener.
“Un neonato es muy difícil de atender, pero acá tenemos el personal especializado para ello, que con rigurosidad atienden a cada uno de nuestros animales. Esto no es suerte, todos los nacimientos son producto de la planificación que se han llevado a cabo y que seguiremos haciendo en pro de lo que es la reproducción en cautiverio”, dijo el ingeniero Julio César Gutiérrez.
Dantas, chigüires, monos arañas, manatíes, paujíes, cunaguaros, búfalos, son algunas de las especies que nacieron entre 2011 y 2012.
El presidente del Bararida destacó que seguirán con los convenios e intercambios con otros parques y zoológicos, tanto de Venezuela como de otros países. También dijo que actualmente están invirtiendo en cuanto a la calidad de los ingredientes de la alimentación, para mejorarla considerablemente.
Charlas, talleres, cursos y congresos, se encuentran dentro de la agenda de este Zoológico a través de la Unidad de Educación y Difusión.
Se han unido con casas de estudios superiores como la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA); Universidad Nacional Experimental Politécnica (Unexpo); Universidad Yacambú (UNY), así como con el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), para propiciar estudios e investigaciones.
Tanto el Serpentario como Mirador de Ciencias Don Mariano Kossowski, recién abiertos y que funcionan dentro del parque, pasan a ser nuevamente espacios para la educación ambiental de nuestros niños y adolescentes.
“Esa es nuestra misión, formar al niño, al ciudadano que visita nuestro parque, que logremos crear en ellos no sólo la inquietud para conocer y descubrir lo que aquí tenemos, sino también para valorarlo, respetarlo, amarlo y que se conviertan en los aliados principales en pro del ambiente, que sean unos verdaderos guardianes de la naturaleza”, expresó Julio César Gutiérrez, quien invitó a todo el colectivo a seguir visitando el Parque Zoológico y Botánico Bararida.
Fotos: Luis Salazar y Simón Alberto Orellana