El Club Deportivo Lara tenía montada una fiesta en el Metropolitano de Cabudare, pero Rómulo Otero se la arruinó con par de goles por la vía del tiro libre y, en un duro golpe, salió derrotado 1-2 para perder la oportunidad momentáneamente de encaramarse en el segundo lugar y seguir a la sombra del líder, disputada la séptima jornada del torneo Apertura de primera división.
Otero marcó sus dos goles en la recta final del partido (minutos 67 y 72) para enmudecer a las más de 11 mil personas que acudieron al recinto ubicado en La Campiña.
El primero de sus tantos fue una auténtica joya, con un remate que ni siquiera vio el cancerbero Alan Liebeskind, pero en la segunda anotación hubo algo de complicidad de la defensa rojinegra, inefectiva en la tarea de sacar un balón lanzado al corazón del área y que luego de picar se incrustó en las redes del arco local.
El cuadro larense se había adelantado al minuto 39 con un golazo desde fuera del área de Vicente Suanno y se marchó al descanso con la ventaja en el marcador.
La tropa de Eduardo Saragó, que había amanecido en el podio del semestre, cayó a la sexta casilla, ahora con déficit de cuatro puntos con respecto al Deportivo Anzoátegui.
Fue un partido de ida y vuelta, con ambos equipos ganados a la idea de atacar y pocos preocupados por el aspecto defensivo.
El primer tiempo fue muy entretenido, con ocasiones en ambos arcos, aunque Caracas tuvo las más claras y pudo haber terminado la primera mitad con la ventaja de su lado, pero desaprovechó un sinfín de situaciones y dejó vivo al cuadro larense.
Jesús “Chiqui” Meza, veloz y muy técnicos, fue una pesadilla para los defensores larenses, pero no encontró un socio que terminara bien las jugadas, mientras que cuando se decidió a rematar, en vista de que sus compañeros (Rino Lucas y Sebastián González) no podían ni controlar bien la pelota), le faltó un poquito de tino para gritar gol.
La pasó mal el CD Lara en la primera parte, pero, gran virtud, aguantó el vendaval y luego, cuando tuvo la oportunidad, tomó la ventaja para enfriar al rival, gracias al zurdazo de Suanno. Antes del remate del casaca 8, Franklin Lucena había salvado sobre la raya una definición de Edgar Pérez Greco.
Al inicio del complemento, el cuadro larense gozó de dos ocasiones para poner el 2-0 y colocar contra las cuerdas al rival, pero en ambos casos la pelota no entró. Primero fue un tiro libre de Mea Vitali, desviado por el portero Alan Baroja con un gran vuelo, y luego mediante un cabezazo frente al propio arco de Yuber Mosquera, ligeramente desviado.
El Caracas quedó vivo y después de tanto atacar, por todas las vías posibles, encontró el empate (minuto 67) con una perla de Otero, que hizo gala de sus virtudes como cobrador. Liebeskind hizo la estatua ante un disparo colocado al ángulo.
Cinco minutos luego, llegó el balde de agua fría. Otra falta cerca del área y Otero lanzó al corazón del área, la pelota picó –no apareció ningún defensor- y cruzó a las redes, sin oportunidad de que el cancerbero local reaccionara.
Saragó se lo jugó todo luego e incluso quedó con línea de tres, pero no llegó el gol salvador. Esta vez Johan Arrieche, que entró muy tarde (82), no tuvo la fortuna de los juegos previos.
Foto: Daniel Báez