El diario español El País realizó una entrevista a el candidato presidencial de la Unidad, Henrique Capriles Radonski . Faltando pocos días de las elecciones tocaron temas de interés nacional e internacional. Aquí la entrevista:
En dos meses y medio de campaña, el opositor Henrique Capriles ha recorrido pueblos de Venezuela que no recibían la visita de un candidato en campaña desde que Carlos Andrés Pérez compitió por primera vez por la presidencia. Desde el 12 febrero, cuando fue elegido en elecciones primarias como el abanderado único de la Mesa de la Unidad Democrática, este abogado de 40 años, que ha sido diputado, alcalde y gobernador, ha recorrido Venezuela, casa por casa, para pedir el voto e impedir la cuarta reelección consecutiva de Hugo Chávez.
Pregunta. ¿Dónde se sitúa ideológicamente?
Respuesta. El debate entre izquierdas y derechas no es el debate del mundo moderno. Pero si tuviera que usar el concepto tradicional, me ubico en el corazón de nuestra Venezuela, viendo hacia la izquierda. Me siento muy cómodo con la definición de progresista porque significa tener una visión abierta en términos económicos, pero teniendo claro que la economía tiene que estar al servicio de la sociedad. Venezuela nunca ha sido gobernada por la derecha y eso lo he explicado muchas veces en Europa. Chávez habla de la derecha, definiéndose él como la izquierda. ¿Pero cuál izquierda? Chávez y su modelo están llenos de profundas contradicciones, de acciones absolutamente fascistas como cuando obligan a la gente a inscribirse en un partido político para tener acceso a beneficios.
P. El bolívar está sobrevaluado, y la economía venezolana se basa en subsidios e importaciones. ¿Se ha planteado aplicar un ajuste como denuncia el Gobierno?
R. En lo económico, mi plan es atraer a la inversión extranjera. Hoy no viene nadie a invertir y quienes lo hacen, vienen por las inversiones petroleras y a la expectativa, porque no hay seguridad jurídica. Las expropiaciones han sido la peor señal en materia económica. Planteo aumentar la producción petrolera, pero también abrir la economía a otras áreas: turismo, agricultura, oro, gas, carbón, hierro, bauxita, coltán. Más que ajustar el tipo de cambio, hay que cambiar el modelo, hay que pasar de la economía importadora a la economía que produzca. Hoy Venezuela importa más del 70% de los alimentos y si subimos el tipo de cambio oficial, vamos a generar presión sobre la inflación y sobre el costo de los alimentos, en un país donde no hay empleo. A los escépticos les digo que el solo hecho de que haya un cambio de Gobierno va a cambiar la economía para bien.
P. Ha hablado de mantener las “misiones”: los programas sociales de Chávez. ¿Es una manera de reconocer sus aciertos en ese aspecto?
R. Nunca he dejado de reconocerle al actual Gobierno que haya puesto lo social en primer lugar. Pero no es suficiente. Un ciudadano puede obtener dinero del Estado todos los meses y con eso no progresa. Lo que permite progresar a una persona y a su familia es tener un empleo, que ese empleo le permita superarse. Este Gobierno ha destruido los empleos en Venezuela, la producción ha caído en todos los sectores. Los últimos seis años han sido tan malos que están tratando de ganar el proceso electoral bajo la visión de lo que hicieron hace nueve años, cuando arrancaron las misiones. Pero las misiones no son hoy ni la sombra de lo que eran antes. El único que quiere acabar con las misiones es el propio Gobierno, que las ha abandonado. Yo creo en programas sociales fuertes, dirigidos a las personas que los necesitan, sin chantajes políticos, que sean el paso previo para obtener un empleo.
P. El ministro de Defensa ha dicho que la Fuerza Armada no va a aceptar a ningún otro comandante que no sea Chávez. ¿Qué espera usted de los cuarteles?
R. No hago caso a lo que diga el ministro, él no es la Fuerza Armada. La Fuerza Armada está comprometida con la democracia venezolana, está con la Constitución y del lado de la voluntad que exprese el pueblo el 7 de octubre. Converso con muchos militares y sé lo que está pasando allá adentro. El Ejército no acompañaría ninguna aventura para desconocer las elecciones.
P. Chávez también dice que habría una guerra civil en caso de que él pierda.
R. Como decimos los venezolanos: eso es pura paja. Lo dice para intimidarnos. El caos en Venezuela es Chávez. Su gobierno multiplicó por cinco el número de asesinatos, ¿qué es peor que eso? ¿O es que acaso un país donde matan a 20.000 personas al año no es un caos?
P. ¿Cómo gobernaría el país con todos los poderes en contra?
R. No estoy tan seguro de que todos los poderes vayan a estar en contra con una nueva realidad política. No tener mayoría en la Asamblea Nacional es propio de una democracia. A muchos gobernantes les ha tocado no tener mayoría, e igual gobiernan. Se requiere diálogo, negociación. Las hegemonías de poder son nefastas y yo no vengo a construir otra hegemonía de poder.
P. ¿Un gobierno suyo investigaría las supuestas comisiones pagadas por la venta de buques militares a Venezuela?
R. Voy a ser el presidente de Venezuela, no voy a ser juez. No le corresponde al Poder Ejecutivo investigar los casos de corrupción sino al Poder Judicial. Lo que aspiro es que la justicia funcione, que sea implacable en castigar la corrupción así como lo va a ser el Gobierno.