Un operativo especial para 250 hombres mayores de 40 años con pesquisa de cáncer de próstata se llevará a cabo este sábado 22 de septiembre en los espacios de consulta externa del Hospital Central Antonio María Pineda, en la cual participarán alrededor de 10 médicos especialistas en conjunto con personal de enfermería y paramédicos.
La información la dio a conocer el Dr. Antonio Sosa, jefe del servicio de urología del Hcamp e indicó que se dará prioridad a los pacientes discapacitados.
La pesquisa estará dividida en dos días, en el primero que será este sábado se tomarán las muestras de sangre para determinar el antígeno prostático, a partir de las 7:30 de la mañana, mientras que el próximo 29 de septiembre se completará la jornada con el examen físico y tacto rectal, se entregarán resultados y aquellos pacientes que así lo ameriten recibirán tratamiento médico, se canalizarán las biopsias e intervenciones de ser necesario.
Es recomendable que quienes deseen participar en las jornadas deben tener al menos dos días sin actividad sexual para que el examen sea lo más veraz posible.
La próstata es la glándula sexual del hombre encargada de producir el semen. Es del tamaño de una nuez y se encuentra debajo de la vejiga de la orina, rodeando a la uretra. A diferencia de otro tipo de cáncer, el de próstata se caracteriza por evolucionar de forma muy lenta. Es extremadamente frecuente, aun cuando su causa exacta sea desconocida. Cuando se examina al microscopio el tejido prostático obtenido tras una intervención quirúrgica o en una autopsia, se encuentra cáncer en el 50 por ciento de los hombres mayores de 70 años y prácticamente en todos los mayores de 90.
Los síntomas de la enfermedad pueden tardar mucho tiempo, incluso años, en manifestarse. Por lo general, pasado un tiempo el cáncer se puede manifestar mediante alteraciones en la función de orinar (incapacidad para hacerlo, efectuarlo de forma muy frecuente, sentir dolor o padecer incontinencia). Junto con estos síntomas, el paciente puede padecer un dolor frecuente en la parte baja de la espalda, tener una vida sexual problemática e incluso expulsar sangre en la orina o en el semen. No obstante, estas alteraciones físicas no siempre implican la existencia de cáncer.
Marianli Suárez Valera
Foto: Archivo