Lo único que le queda a este gobierno cansado en la recta final de la campaña, es la guerra sucia. Intentan tapar el ausentismo y evidente estancamiento del candidato repitiente con “ollas” de todo tipo como lo han sido las encuestas chimbas, el programa manipulado de la MUD y ahora el video de Caldera. Todo esto financiado con el dinero público al servicio de un partido político acostumbrado a comprar conciencias y a mentirle descaradamente a la población. Sin embargo, nada ha impedido el crecimiento de la candidatura de Henrique quien sigue recorriendo todos los rincones del país desbordando cada una de las poblaciones que visita. Luce evidente ya, esa nueva mayoría anotada con el Futuro y el Progreso.
Pero no podemos dejar de pronunciarnos sobre el tema del video de Juan Carlos Caldera presentado en la AN por el diputado Julio Chávez. En ese video se muestra al diputado justiciero recibiendo una colaboración en efectivo de parte de un emisario del empresario Wilmer Ruperti, quien es un amigo público de Chávez y de los más altos funcionarios de este Gobierno. Claro que los “monta ollas” quieren contar sólo la mitad de la historia y nunca se esperaron la reacción digna y oportuna del candidato Capriles y del implicado Caldera. Capriles expulsó inmediatamente del comando a su compañero Caldera, y este además dio la cara contando toda la verdad y poniéndose a la orden para cualquier investigación, lo que nunca había pasado en Venezuela. Nos dieron la oportunidad de demostrar con hechos como será ese futuro mejor que estamos impulsando y que haremos realidad a partir del 7 de octubre. Quedaron tan desconcertados que los mismos que presentaron el video con la peor intención, ahora salen a defender a Caldera y a reclamar para él la solidaridad automática que sí existe en el PSUV. Hasta Chávez llegó a decir sobre el tema que le parecía una falta de lealtad de Capriles con su amigo, poniéndose él de ejemplo y confesando descaradamente que su gobierno sí tapa los hechos de corrupción de sus funcionarios aliados. Increíble.
Ahora bien, vamos a adentrarnos un poco más sobre los hechos y sus implicaciones. Los chavistas acusan a Caldera de soborno y corrupción, delitos estos que tiene dos partes. O sea, no hay corrupción su corruptor y no hay sobornado sin sobornante. Por lo tanto, no se puede investigar y acusar sólo a quien recibió el dinero, como pretenden hacer los “monta ollas”, quienes encubren descarada e interesadamente al empresario poderoso que debe correr exactamente la misma suerte legal que Juan Carlos Caldera. El tema de fondo es que Wilmer Ruperti es un boliburgues que tiene grandes negocios con este Gobierno del cual se ha beneficiado con contratos petroleros y el otorgamiento de una concesión para un canal de televisión. De hecho hace menos de dos meses, el mismo Hugo Chávez admitió en cadena nacional haber recibido de Ruperti un regalo muy especial, nada menos que un par de pistolas de Simón Bolívar adquiridas por el empresario en una subasta por la cantidad de un millón seiscientos mil dólares. Si darle cuarenta millones de bolívares a un diputado de oposición es considerado soborno, entonces darle un regalo de más de millón y medio de dólares a quien ya gobierna debe ser mucho peor, ¿o no? Dicho de otra forma, culpar a Caldera implica establecer que Ruperti es un corruptor y sobornador de oficio, lo que obligaría a Chávez a aclararle al país cómo es que recibió de parte de un delincuente tamaño regalo. Cualquier investigación seria, tendría que determinar también si la donación hecha por Ruperti de las pistolas de Bolívar es legal, y si está o no asociada con prebendas obtenidas por el Gobierno, además del origen verdadero de los fondos con los que compró el millonario “obsequio”. También vale la pena determinar cómo llegó el video a las manos del Gobierno y si se trató de otro regalito o favorcito de Ruperti para obtener más beneficios. Caldera no iría solo a la cárcel, se llevaría consigo a Ruperti y a medio gobierno, incluyendo a Chávez. Por eso es que no lo nombran y lo encubren, porque saben que se trata de un boliburgues amigo del presidente que ha hecho una fortuna durante su gobierno. No creyeron nunca que Caldera iba a admitir los hechos y a contar toda la historia. Les salió el tiro por la culata de la pistola de Simón Bolívar.
Nos enorgullece que nuestro candidato y futuro presidente haya actuado de forma rápida y responsable, anteponiendo los intereses colectivos del país ante que cualquier posición individual. Esto augura un cambio verdadero. Pero no podemos tampoco permitir que los verdaderos corruptos y saqueadores, esos que se financian con el dinero del pueblo y Pdvsa, y utilizan para su beneficio particular los recursos del Estado; monten esta olla descarada con fines electoreros sin que les cantemos las verdades. Los mismos diputados que se negaron a debatir e investigar el caso in fraganti de una maleta completa llena de dólares enviada por Chávez a la actual presidenta de Argentina para su campaña, ahora montan este burdo show. Corruptos son ellos, y el pueblo lo sabe. Pero se les revirtió y Capriles avanza indetenible a la victoria.
Caso cerrado, el dictamen final lo tiene usted.
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