El parque Las Mayitas, en Sarare, sufrió serios destrozos, al menos ocho familias residentes en los alrededores perdieron enseres domésticos, quedando damnificadas, lo mismo ocurrió con otras en El Torrellero y en La Miel, además que en esta última población se desplomaron grandes árboles, uno de ellos sobre una vía principal.
Todo eso fue a consecuencia del fuerte aguacero que cayó el martes sobre el estado Lara.
La situación más delicada se presentó en Las Mayitas y sus inmediaciones pues el río Sarare se salió de su cauce y acabó con varios de los kioscos para los visitantes, además de la caída de árboles, la ampliación de los socavamientos en las orillas y la inundación de las áreas administrativas, incluyendo la edificación donde se albergan los funcionarios del Sebin destacados en la zona, cuyas pertenencias quedaron seriamente averiadas.
Pero también los habitantes de varias viviendas de los alrededores vivieron horas de terror cuando las aguas desbordadas del río les invadieron.
La mañana de este miércoles, Alfredo Durán, Francisca Pérez, Dulce Fernández, Emilia Yépez y Hugo Yépez, entre otros, se encontraban frente a la entrada del parque a la espera del alcalde Fermín Marín para exigirle ayuda inmediata ya que perdieron colchones, sábanas, muebles, ropa, e incluso a la anciana Francisca Pérez el río le llevó el bastón que le ayudaba a dar unos pasos ya que está discapacitada.
Emilia Yépez, quien junto a otros familiares tiene un taller de artesanía en cuero, se lamentaba de la pérdida de la máquina y los materiales disponibles para su labor.
“Alguien tendrá que ayudarnos a reponer lo perdido porque carecemos de recursos para hacerlo nosotros solos”, dijo preocupada.
La concejal Rosa Virginia Villalobos les visitó en la mañana y ofreció su apoyo a cualquier recurso económico que requiera el alcalde para enfrentar la emergencia.
“Somos solidarios con esta gente y les apoyamos en sus exigencias”, manifestó.
El alcalde Fermín Marín y la presidenta del concejo municipal, Omaira Hernández, también estuvieron en Las Mayitas y constataron la delicada situación.
El burgomaestre se quejó de que no tiene ayuda del gobernador Falcón y de que quienes dirigen Inparques tampoco se han mostrado dispuestos a suscribir un convenio que le permitiría a la alcaldía, conjuntamente con consejos comunales, administrar ese sitio de recreación y darle el necesario mantenimiento.
“Llevo cuatro años gestionando ese convenio y he ido a Caracas para entrevistarme con los directivos de Inparques y hasta ahora no me han dado audiencia”, expresó.
Insistió en que no tiene recursos y que la gobernación no le colabora aunque no mencionó nunca a Corpolara para que contribuya a la solución de los problemas que se presentan en el municipio.
“No tengo dinero para nada”, insistió Marín.
A las diez de la mañana se temía por los daños que la crecida del río pudiera haber causado al dique ubicado en la parte alta, el que garantiza el agua a Sarare.
Los vecinos consultados coincidieron en la necesidad de que se les proteja del río con un muro reforzado pues los gaviones que hasta ahora han colocado no han dado resultados positivos por lo que temen que de caer otro aguacero como el del martes volverán a inundarse pues las aguas salidas de su cauce correrán libremente por la carretera y dentro de las casas.
También en La Miel hubo emergencia, concretamente en la calle Saruro, donde una ceiba se desplomó, cayendo algunas ramas sobre la autopista y las cloacas se desbordaron, además de que varias viviendas en la zona, entre ellas la de Antonio Mendoza, en Los Jabillos, perdieron sus techos.
También hubo emergencia en El Torrellero, al este del municipio, pues el río Soruro y varios caños se desbordaron llevándose siembras de plátanos, cambures, berenjenas, naranjas, parchitas y otros rubros, además de haber quedado partida en dos la carretera que comunica a sus habitantes con La Miel.
Julio Mujica, uno de los afectados, dijo que nunca antes el cauce había crecido de esa forma, atribuyéndolo a la falta de canalización, algo que han venido reclamando desde hace años.
También en El Torrellero quedaron damnificados los miembros de la familia Hernández, en cuya casa el agua alcanzó una altura de medio metro, dañándose todos los enseres domésticos.
Además, el paso hacia La Miel se mantenía interrumpido hasta la tarde del miércoles debido a la crecida del río.
Fotos: Luis Salazar