Un habitante de América Latina y el Caribe tenía una esperanza de vida de 29 años en 1900, y 110 años más tarde esa cifra se duplicó ampliamente, hasta los 74 años, según un informe especial publicado este martes por la organización de salud más antigua del planeta, la OPS.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) cumple 110 años en 2012 y esta semana lo celebra en el marco de una asamblea ministerial en su sede en Washington.
En América del Norte una persona tenía en 1900 una esperanza de vida de 45 años. Ciento diez años más tarde, esa cifra era de 78 años
Las diferencias entre el norte y el sur del continente se van reduciendo, constata la OPS, pero lo más preocupante son las diferencias que subsisten entre países vecinos de América Latina, a pesar de índices de desarrollo mucho más parecidos que entre Estados Unidos y el resto de la región.
Un chileno tiene una esperanza de vida de 79,2 años, mientras que la de un boliviano es de 66,8 años.
“Estas diferencias también se reproducen hacia el interior de los países”, resalta el informe Salud en las Américas. En Colombia, por ejemplo, la mortalidad de los menores de cinco años en 2010 fue 111,3 veces mayor en el quintil (quinta parte) más pobre de la población que en el más rico.
La migración, la urbanización y el envejecimiento de la población marcaron el paso del siglo en la región. En América del Norte el 82% de la población vive en ciudades, en América Latina y el Caribe el 79%. Son las tasas de urbanización más elevadas del mundo.
Y otro fenómeno está acercando poco a poco a las dos mitades, norte y sur del continente: el envejecimiento de la población.
En el continente americano vivían hace dos años 940 millones de personas (194 millones en 1900), de los cuales poco más de 100 millones tenían más de 60 años. “Para 2020 se espera que esta cifra se duplique y más de la mitad de los adultos mayores vivirán en América Latina y el Caribe”, explica el texto.
El 69% de quienes nacen en América del Norte vivirán más de 80 años; en el resto del continente lo hará un 50%, un fenómeno sin precedentes, como está sucediendo en el resto del planeta.
“Por primera vez en la Historia de la Humanidad cuatro generaciones conviven al mismo tiempo”, resaltó Mirta Roses, la directora de la OPS, que concluye su mandato en diciembre de este año.
América Latina y el Caribe se acercó también a Canadá y Estados Unidos en tasas de mortalidad infantil, con el resultado de que en 2010 el 98% de los recién nacidos llega a cumplir el año de edad. Hace cien años sólo lo lograba el 75%
Pero de nuevo, las diferencias son sustanciales entre países: en Cuba la estadística oficial es de 4,8 niños muertos al nacer de cada 1.000; en Chile 7,8, en Nicaragua 33, en Bolivia, 50 de cada 1.000 (datos de 2009).
En el capítulo de enfermedades, las dolencias crónicas no transmisibles han ido ganando el terreno que perdieron rápidamente las grandes epidemias del pasado.
Fenómenos como el cólera o la malaria han desaparecido prácticamente de la región, pero en cambio, 250 millones de personas padecen actualmente enfermedades como cáncer, diabetes, obesidad. Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en la gran mayoría de los países americanos.
En 2007, 3,9 millones de personas murieron por esas causas, 37% menores de 70 años.
Entre 2005 y 2010, América Latina y el Caribe aumentó su gasto en salud del 6,8% al 7,3% del Producto Interior Bruto. Con esas cifras la región se acerca al 8,5% de media en Europa (datos de 2010), pero está lejos del 9,7% en Canadá y del 14,6% de Estados Unidos.
Hasta la fecha 274 millones de personas en América Latina y el Caribe (46%) no cuenta con seguro de salud. Ciento veinte millones de habitantes no tienen acceso a los servicios de salud por razones económicas, 107 millones por razones geográficas
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