Un panel independiente de la ONU confirmó que un creciente número de «elementos extranjeros», incluyendo yijadis, están operando ahora en Siria.
El panel investigador nombrado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU dijo que algunas de esas fuerzas se están integrando a los grupos opositores, mientras que otros operan por su cuenta.
El jefe del panel, el diplomático y profesor brasileño Paulo Sergio Pinheiro, le dijo a diplomáticos el lunes en Ginebra que «esos elementos tienden a empujar a los combatientes anti-gobierno hacia posiciones más radicales». Se refirió a los extranjeros como «terroristas», aunque esa palabra no apareció en el reporte escrito.
Activistas de derechos humanos dicen que al menos 23.000 personas han muerto en la violencia en Siria en los últimos 18 meses.
El panel acusó al gobierno y la milicia pro-gobierno shabiha de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, incluyendo asesinatos, ejecuciones sumarias, torturas, arrestos, violencia sexual y abuso de niños. Acusó además a grupos armados opositores de crímenes de guerra como tortura, asesinato y ejecuciones sumarias.
Pinheiro dijo que la situación de derechos humanos se ha «deteriorado a tal nivel que es difícil describirla acertadamente en pocas palabras. Flagrantes violaciones de los derechos humanos han aumentado en número, ritmo y escala».
Expresó que la frecuencia de esas «atroces violaciones» de derechos humanos era tan enorme que el panel no puede investigarlas todas.
«Civiles, muchos de ellos niños, están sufriendo el grueso de la descontrolada violencia», dijo.
Las autoridades sirias atribuyen la rebelión popular que comenzó en marzo del 2011 a una conspiración extranjera y acusan a algunos países occidentales y del Golfo de financiar y entrenar a los rebeldes, a quienes califican de terroristas.
El embajador sirio en la ONU Faisal Khabbaz Hamui, disputó la exactitud general y objetividad del reporte. Pero pareció coincidir con Pinheiro sobre la presencia de elementos externos, diciéndole al consejo que «muchas partes internacionales están trabajando para incrementar la crisis en Siria».
A su vez, el embajador turco en la ONU Oguz Demiralp le dijo a diplomáticos que «la crisis se está descontrolando cada vez más, sin que se avizore una salida».
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