Jesús aclaró que, quien realmente lo amaba, es aquel que guarda sus mandamientos, sus enseñanzas. Al Jesús mostrar esta verdad índica que muchos son excluidos, que no todo aquel que dice que lo ama, en verdad lo ama, suelen amarlo sólo de la boca para afuera.
Debemos amar a Jesús, debemos hacerlo de corazón, y no solo con nuestros labios como muchos lo hacen, puedes decir: ¡Yo lo amo!, pero a la luz de las propias palabras de Jesús, la pregunta es ¿Realmente lo amas? Seamos sinceros y no hipócritas, Jesús nos dejó en su palabra (La Biblia) sus mandamientos; para que en verdad podamos amarle, debemos conocerle, y le conocemos es a través de su palabra.
En la actualidad muchos han malinterpretado el concepto de quien es Jesús y en base a eso, lo han distorsionado, el mismo diablo se ha encargado de engañar a las personas a través de muchas cosas, entre ellas la gran cantidad de religiones, el ateísmo, la ciencia, etc… Quiero aclarar que, no estoy aquí hablando de religiones, para empezar Dios no es religión, El detesta la religiosidad, los fariseos eran personas religiosas y Jesús los llamo hipócritas ¿Que es una persona religiosa? Es aquella que vive según costumbres de hombres y no según la palabra de Dios, aparte de eso, enseña sus costumbres y ellos mismos no las cumplen, son personas que viven de apariencia, sepulcros limpios por fuera pero muertos por dentro, eso es una persona religiosa, y ¿Que es una religión? Es la manera en que el hombre busca llegar a Dios a través de las obras, lo cual no se puede hacer, solo a través de la Fe en Jesucristo podemos llegar al cielo. El asunto importante aquí es Jesús, ¿Lo amas? Guarda su palabra, si no lo haces, estas perdiendo el tiempo en tu vida…
Si quieres amar a Jesús, conócelo, ¿Como amas a alguien que no conoces? No puedes. Si quieres que El Padre te ame, ama a su Hijo.
¿Lo amarás como tú quieras o como El dice? Sólo hay una manera y Jesús te puede enseñar. «…Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.» Mateo 22:37
«…Amarás a tu prójimo como a ti mismo.» Mateo 22:39
Dios te bendiga!
