El gobierno en apuros quiere destruirlo todo. En el desespero ante la inminente derrota electoral, buscan responsabilizar a Henrique Capriles de todo lo que acontece. Escuchar a sus voceros es entrar sigilosamente en mentes dislocadas, casi un ejercicio macabro por entre laberintos oscuros que conducen hasta las historias más inverosímiles. Oírlos es conocer hasta dónde puede llegar la perversidad humana, cuando las amamanta el rencor. Hace poco escuchábamos a un dirigente del PSUV, acusando a Henrique Capriles, de ser el eje de una conspiración internacional en contra de la nación. En su lamentable verborrea lo culpó de estar detrás de planes de saboteo como los sucesos en la refinería de Amuay en el estado Falcón, afirmando: ´´El imperio muestra sus tentáculos en Amuay, para coadyuvar esfuerzos junto a la oposición apátrida que encabeza Henrique Capriles´´. La verdad es que la proximidad de la derrota segó la poca capacidad intelectual de algunos de estos actores del circo. Creer que el abanderado democrático es un conspirador es algo verdaderamente demencial. Está demostrado el gran servicio prestado a la patria por este joven gerente que ha dignificado el ejercicio de la política como instrumento para el desarrollo de la sociedad. Sus gestiones en diversas aéreas son un ejemplo de rectitud en la administración pública. Una encomiable labor al servicio de todos. Administración reconocida en cada rincón del estado Miranda, en donde la transformación social ejercida por la gobernación dirigida por Henrique Capriles es sinónimo de excelencia. Además de la renovación permanente de un espíritu noble que no sabe odiar, ni se deja seducir por el morbo de la venganza. Esas características lo convierten en el gran unificador de una nación dividida por Hugo Chávez. Es por ello que sus actividades son un verdadero suceso que desborda las calles de las ciudades, que se quedan pequeñas para observar al nuevo presidente de la república. El régimen debe sentir cierta identificación al hablar de conspiración. ¿Acaso el 4 de febrero de 1992, no fue un gran complot en contra de la democracia? Ese día murieron inocentes venezolanos por la irresponsabilidad de unos militares que se alzaron en contra de la constitución y las leyes de la república. Ni hablar de su amistad con los grupos violentos de Colombia, que secuestran y matan venezolanos ante el silencio cómplice del gobierno revolucionario. Aliado de la podredumbre cubana que tiene a Chávez como su títere de opereta, esa sí es una conspiración en detrimento del futuro de Venezuela. Este gobierno no tiene moral para enlodar al candidato opositor. Ahora buscó en el basurero de los indeseables, a personajes que por un fajo de billetes se venden, recurren a la mentira para intentar detener el avance espectacular de una opción con olor a victoria trepidante. Esos zombis de alma podrida tiene la maldición del olvido a partir del 7 de octubre. Sentirán el desprecio hasta de sus familias, y sus billetes no ahogarán el dolor de saberse resistidos por todo aquel que tiene vergüenza. Allá aquellos que tienen la marca de la bestia. Que sus trayectorias murieron en los brazos de su antiguo perseguidor. ¡Tanto nadar para morir en la orilla…¡
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