El Papa Benedicto XVI celebró una misa al aire libre el domingo para decenas de miles de peregrinos de Medio Oriente, en la que dijo que los cristianos deben hacer su parte para poner fin al «rastro macabro de muerte y destrucción» en la región.
«Hago un llamamiento a todos ustedes para ser constructores de paz», dijo Benedicto XVI.
El Papa habló desde un altar construido sobre terrenos recuperados tras la guerra civil libanesa entre 1975 y 1990, y continuó con su llamado a la paz y la reconciliación entre cristianos y musulmanes.
Dijo que la justicia y la paz se necesitan para construir «una sociedad fraterna, para construir hermandad».
Helicópteros sobrevolaban la zona y los soldados levantaron barricadas y patrullaban las calles en el centro de Beirut.
La multitud aplaudió y agitó pequeñas banderas del Vaticano y libanesas cuando Benedicto XVI llegó en su papamóvil a prueba de balas al lugar de la misa en el paseo marítimo de Beirut.
Benedicto ha estado apelando a la tolerancia y la libertad religiosa.
La visita papal se produce en medio de crecientes tensiones sectarias en la región, exacerbadas por el conflicto en Siria, sumida en una guerra civil que ya cumple 18 meses
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