REFLEXION
A riesgo de despertar la “sabiduría” de algún “experto” en el tema que quiera confrontar, voy a hacer una simple y breve reflexión acerca de este término, que pueda motivarnos a pensar en el objetivo final del artículo. Y tal vez realizar un cambio en nuestras vidas ¿Por qué no?
“Una ideología es el conjunto de ideas sobre la realidad, sistema general o sistemas existentes en la práctica de la sociedad respecto a lo económico, la ciencia, lo social, lo político, lo cultural, lo moral, lo religioso, etc. y que pretenden la conservación del sistema, su transformación o la restauración de un sistema previamente existente”. Wikipedia.
Visto de esta manera, debemos concluir, que no hay sociedad que escape a la conformación de una ideología y sobre ella, orientará sus intereses particulares o colectivos. O sea, cada grupo político que se mueve en medio de una sociedad, guiará sus objetivos empujados por su respectiva ideología. Lo que me llama la atención de esto, es que las acciones que se llevan a cabo en un país, para imponer o defenderla, a menudo tuercen su camino hacia la violencia. A pesar que el concepto se fundamenta en un principio democrático.
Quizás hubo un tiempo que las ideologías fueron una influencia positiva en los conceptos de transformación social en nuestro país. Es decir, se creía verdaderamente en los postulados que las organizaciones políticas profesaban. El ciudadano podía sumergirse en los escritos de su preferencia y aprendía a defender con ideas esos contenidos. La militancia leía con avidez los libros de sus intelectuales preferidos y sus posiciones eran firmes, por cuanto eran respaldadas por ideas. Cuando se les increpaba acerca de su posición política, argumentaban con razonamientos ideológicos y doctrinarios de su organización preferida. Y eso, generaba respeto y hasta admiración.
Encontramos los que defendían con vehemencia la llamada socialdemocracia. Una doctrina y movimiento político de tendencia socialista surgida en Europa a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Con su raíz en el marxismo clásico, se presentaba como una propuesta teórica y práctica moderada. Recuerdo que su representante visible en Venezuela era Acción Democrática. También conocimos el socialcristianismo. Por supuesto, representado por el partido copey. Wikipedia dice. “Por socialcristianismo se pueden entender dos ideologías influidas por las encíclicas sociales de la Iglesia católica que forman parte de la Doctrina Social de la Iglesia, surgidas a finales del siglo XIX y comienzos del XX. Y coexistían con ellas, el incipiente socialismo y la “cenicienta”, el comunismo, que jamás fue aceptada.
Hoy, no sé si para bien o para mal, eso ha desaparecido. Y digo esto, por cuanto esta realidad le está quitando la venda de los ojos a mucha gente que desde siempre creyó en las bondades de las ideologías, en los postulados doctrinarios de partidos y en “mesías” que prometían sacarlos de la pobreza. Incluyendo la descarada blasfemia de decir que Dios ampara sus planteamientos políticos.
Ya no hay ideología que se respete. Los políticos avanzan de manera frontal para detentar el poder a como dé lugar. No se paran en nada. Practican la inmoralidad, las bajezas y la mentira Execraron los valores espirituales. Llevan el crimen y la muerte por delante si es necesario. Manejan argumentos doctrinarios e ideológicos espurios, tratando de ganar adeptos que se caen por su propio peso. Trayendo frustración y desilusión. Y eso es bueno.
Es bueno, por cuanto la humanidad, la gente, el ciudadano común de este país tiene que despertar y entender que las esperanza propuestas por hombres, de solucionar sus problemas, de acabar con la inseguridad, desarrollar el país y darle “mayor suma de felicidad posible al pueblo”, por la fuerza de la desilusión, enrumbará su atención hacia Aquel, que no defrauda a nadie. «Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Mat.11:28
Aquel, que demostró en la cruz del calvario su amor por la humanidad. “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él, no perezca, sino tenga vida eterna.”Juan.3:16.
Aquel, que siendo DIOS, no escatimó volverse una vulgar célula, para nacer, convivir y salvar del pecado al hombre en este “oscuro” planeta. “Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador que es Cristo, el Señor. «Y esto os servirá de señal. Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre».Luc.2:11,12.
Definitivamente, a la humanidad ya no le queda nada en esta tierra de que aferrarse. ¡Busque de Cristo! !Hasta el martes, Dios mediante! Próximo título: “¿Somos la Sal de la tierra? “La Biblia no es un libro común y corriente, sino una criatura viviente que tiene un poder único que conquista a todo el que se opone”.Napoleón Bonaparte [email protected]
William amaro Gutiérrez
