Denny Rafael Pérez Calderón era un joven que a sus 18 años, la mayoría de ellos dedicados al trabajo en el campo, concretamente en las siembras de piña en la parroquia Águedo Felipe Alvarado, no perdía las esperanzas de seguir estudios universitarios luego de graduarse como bachiller en el liceo del Potrero de Bucare, donde residía.
El sábado en la madrugada, junto a varios amigos del poblado, se fueron a una playa de Falcón, de la que retornaron cayendo la tarde.
Explica su padre, José Gregorio Perozo, que, joven al fin, Denny no se sintió cansado luego del día de playa y el viaje y en la noche se fue a una fiesta familiar que se celebraba en las cercanías de su casa.
Dijo desconocer la hora en que su hijo salió de la reunión porque sólo volvió a saber de él cuando en la madrugada lo fueron a llamar a su casa para infomarle que el muchacho estaba muerto en la carretera.
“Yo, asustado, me vestí rápido y corrí al sitio donde me señalaban y lo encontré sin vida, aunque sin saber la forma como había muerto”, afirmó.
Otros vecinos del Potrero de Bucare, caserío ubicado a unos cuatro kilómetros al norte de Bobare, también llegaron al lugar de la carretera donde estaba el cuerpo de Denny Rafael.
En los primeros minutos circularon diferentes versiones sobre las causas de la muerte, sin descartar el homicidio, aunque esta tesis no tenía mucha fuerza en vista de que el cadáver no presentaba orificios provocados con proyectiles.
Como persistía la duda se notificó la novedad al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas desde donde enviaron una comisión para el correspondiente levantamiento del cadáver.
Los funcionarios observaron bien el cuerpo y coincidieron en que el fallecimiento había sido provocado por un arrollamiento.
Se presume que el joven, entre dos y tres de la madrugada, caminaba hacia su casa y al tratar de cruzar la carretera fue atropellado por un vehículo cuyas características se desconocen pues el conductor no se detuvo.
Algunos hablaron de un camión y otros de una moto, pero en el sitio no quedó resto alguno de vehículo.
Los funcionarios del Cicpc se retiraron quedando el procedimiento a cargo de un uniformado al puesto de tránsito ubicado en Bobare por tratarse de un accidente automotor.
Vecinos del Potrero de Bucare afirmaron que por allí los vehículos pasan a toda velocidad, incluso durante termporada escolar, por lo que ya ha habido antes otros arrollamientos.
Fotos: Elías Rodríguez