Con su reelección en duda, el presidente Barack Obama reconoció el jueves por la noche la lentitud del avance para superar los persistentes problemas económicos de Estados Unidos, pero aseguró en el cierre de la Convención Nacional Demócrata que «nuestros problemas pueden ser resueltos, nuestros desafíos pueden ser cumplidos».
«Sí, nuestro camino es más difícil, pero conduce a un lugar mejor», declaró Obama en su discurso central ante delegados de la convención y la nación, mezclando la resolución de rescatar al país de un problema económico casi catastrófico con una dura crítica a las propuestas al respecto de su rival republicano Mitt Romney.
Ampliamente considerado como reservado, incluso un tanto esquivo, Obama reconoció «mis propias fallas» mientras pedía la oportunidad de un segundo mandato, cuatro años después de haber asumido el cargo como el primer presidente estadounidense de raza negra.
Citando un avance hacia la recuperación, Obama dijo que «después de una década que fue definida por lo que compramos tomamos prestado, estamos regresando a los fundamentos y haciendo lo que Estados Unidos siempre ha hecho mejor: Estamos haciendo las cosas de nuevo».
«Cuatro años más», corearon los delegados una y otra vez mientras Obama, de 51 años, subía al podio, notablemente más canoso que como estaba como el histórico candidato a la Casa Blanca en 2008.
La primera dama Michelle Obama y las hijas de la pareja, Michelle y Sasha, subieron al escenario para unirse al presidente al finalizar el discurso, seguidas por otros integrantes de la familia y el vicepresidente Joe Biden y su esposa.