A las amas de casa y padres de familia no les sorprendieron los datos aportados por el Banco Central de Venezuela (BCV), los cuales reflejaron que Barquisimeto es la tercera ciudad más costosa del país, luego de Maturín y Maracay.
Una realidad que nadie puede ignorar es el encarecimiento de los productos, bienes y servicios en nuestra entidad, limitando la capacidad de compra de la población y por ende, su calidad de vida.
Para el director del Instituto Cristiano de los Estudios Sociales, Lorenzo Tovar, diferentes problemas inciden en la disminución del consumo y el incremento de la inflación sobre los productos. “La caída de la producción indiscutiblemente influye en el aumento de los precios. Si no hay un estímulo a la productividad, los precios tienden a incrementarse y los productos a escasear. El Gobierno lamentablemente ha privilegiado las importaciones, y estos productos ingresan al país con precios más económicos porque están subsidiados con un propósito ideológico y electoral”.
Lorenzo Tovar, quien también fue presidente del Instituto para la Defensa del Consumidor (Indecu) y creador de la Ley del Consumidor y el Usuario, advierte que además de los elementos económicos, la pérdida de los valores y principios ha generado un desbarajuste en la cadena comercial del país. “El gran deterioro de los principios y valores ha promovido la tendencia a que ciertos grupos busquen obtener el mayor beneficio posible de los productos que tienen en sus manos. La conducta de la estructura comercial desde el importador, distribuidor y vendedor final, presenta serias deficiencias, perjudicando al consumidor”.
El especialista en la materia señaló que mientras no exista una política económica coherente para la producción nacional, ni se ofrezcan garantías a los empresarios la situación no se resolverá. “El Gobierno se ha apropiado indebidamente de muchas empresas, incluso le ha puesto la mano a instrumentos que beneficiaban al productor, como Agroisleña. Todo eso se traduce en problemas para producir”.
Un cambio
Explicó Tovar que el empresario de hoy es distinto al de hace 14 años. “El presidente Chávez es consecuencia de un comportamiento político y económico, de quienes manejaron equivocadamente las áreas más importantes del país. El empresario ha recapacitado sobre su responsabilidad frente al consumidor y al usuario. Todavía hay un sector que se maneja con el criterio del abuso pero no es la mayoría”.
A juicio de Tovar iniciarse en el mundo empresarial en las actuales condiciones, es un verdadero riesgo. “No hay seguridad jurídica ni personal. Te pueden quitar tu finca o secuestrarte. El ejercicio de la actividad productiva y comercial limita la actitud sólida y eficiente del empresario”.
En este sentido, es necesario que el Ejecutivo nacional concrete un sincero acercamiento con el sector productivo, a objeto que las políticas aplicadas generen resultados positivos que mejoren la calidad de vida de la población y su acceso a los bienes y servicios.
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