Fiscalía 21 continúa con las investigaciones y por algunos fallos en los procedimientos ordinarios decidieron realizar unos nuevos estudios forenses
El 22 de agosto, en extrañas circunstancias, desaparecieron tres jóvenes de Cerro Gordo. Familiares los buscaron por todos lados y no fueron localizados. Denuncias indicaban que habían sido supuestos funcionarios de Polilara quienes lo habían plagiado.
El viernes 31 de agosto se recibió el reporte de que en un terreno baldío, a dos kilómetros del caserío San Pablo Viejo, en la carretera antigua a Carora, fueron encontrados en avanzado estado de descomposición los cuerpos sin vida de Franger José Mambel (20); Edson Javier Díaz Puerta (18) y Jhonder Alexander Quintero (17).
Ese día se trasladaron los efectivos del Eje Contra Homicidios y de la Unidad Criminalística Contra la Vulneración de los Derechos Humanos, además de los fiscales 21 con competencia en Derechos Fundamentales. Se hicieron experticias en el sitio del suceso y se procedió a realizar el levantamiento de los cuerpos.
El sábado, un médico forense fue el encargado de realizar las autopsias y lo único que se hizo fue la extracción de unos proyectiles, procedentes de un revólver calibre 38. A partir de ese momento entregaron los cuerpos a sus seres queridos, quienes le dieron cristiana sepultura.
La tarde del miércoles los padres de los tres jóvenes recibieron una llamada por parte del Ministerio Público. Les indicaron que los cuerpos serían exhumados porque desde el principio se cometieron una serie de errores en la investigación.
El primero y más importante fue el no utilizar un patólogo para la realización de las autopsias. El Cicpc llevó a un médico forense, pues este cuerpo detectivesco no cuenta con ese tipo de especialistas; además no se hizo una buena identificación de los cadáveres. Se guiaron por los familiares pero científicamente no fue probado, según el Ministerio Público.
Especialistas trabajan
A las 9 de la mañana comenzaron a llegar todos los especialistas del Ministerio Público. A las 9:30 de la mañana, con una cinta amarilla, acordonaron aproximadamente 20 metros de largo por 20 de ancho, lugar donde se encontraba la tumba del adolescente de 17 años.
Al menos 20 personas se encontraban en el lugar, entre ellos miembros de la Unidad Criminalística de Lara, apoyada por un grupo del área Metropolitana de Caracas, con presencia de médicos forenses, antropólogos y patólogos, todos dedicados a estudiar los tres cuerpos de los jóvenes, así mismo funcionarios del Cuerpo de Bomberos de Iribarren llegaron para apoyar con las labores y efectivos de la Guardia Nacional contribuyeron con la seguridad.
Lo primero que hicieron los antropólogos fue entrevistarse con los tres padres de las víctimas, para preguntar sus características fisionómicas y cada detalle que pudiera servir para la identificación correcta de los mismos.
El mismo procedimiento de acordonar la zona lo hicieron con los otros dos jóvenes, cuyas tumbas estaban a más de diez metros de la primera.
La exhumación de los tres cuerpos fue realizada. Retiraron las manos de las víctimas para corroborar la verdadera identidad. También colectaron muelas para tomar muestras de ADN, así como de apéndices pilosos (cabellos) y uñas. Esto se lo hicieron a cada una de las víctimas.
Así mismo el patólogo se encargó de realizar las autopsias a los tres cadáveres para verificar las verdaderas causas de muerte, fijar cada una de las heridas y determinar si los cuerpos fueron víctimas de torturas.
Doloroso verlo
Félix Leje, padre del adolescente, comentó que era realmente doloroso ver como después de enterrar a su muchacho, ahora debían sacarlo de la tumba.
“Son cosas que se deben hacer por la investigación del caso y aunque duele, no me opongo a ello”, comentó Leje.
El padre recordó que la última vez que vio a su muchacho fue dormido en la cama, la mañana del 22 de agosto, y al llegar en la tarde se encontró con la noticia de que estaba desaparecido. Explicó que su vida ha sido de muerte, porque desde el momento que no supo del paradero de su hijo, ha asistido poco a su trabajo.
El padre dolido expresa que con estas investigaciones no le van a devolver la vida a su hijo, pero espera que por lo menos los nombres de los asesinos sean develados y los mismos apresados, porque no desea que otra familia pase por el mismo sufrimiento. “Si fueron capaces de matar a tres jóvenes de esa forma, lo seguirán haciendo”.
José Mambel, padre de otro de los fallecidos indicó que hasta ahora el Ministerio Público se ha portado a la altura con ellos y siempre ha estado en la disposición de escucharlos y ayudarlos.
Ellos estuvieron presentes durante todo el proceso de exhumación y posterior autopsia de los tres cuerpos.
Investigaciones avanzadas
Todas las muestras tomadas por los especialistas del Ministerio Público serán analizadas y contribuirán a lo que son las investigaciones del caso que están a cargo del doctor Rubén Ramones, fiscal 21, con competencia en Derechos Fundamentales. Hasta ahora el doctor Ramones ha sido muy hermético con la investigación. No quiere entorpecer el rumbo de las mismas, pero se conoció que están bien adelantadas.
Fotos: Ángel Zambrano
