Hasta hace unos tres años, más de 40 trabajadores de Gamelotal (municipio Simón Planas) ganaban el sustento diario para sus familias en la vieja alfarería del poblado, de la cual, diariamente, salían bloques de arcilla hacia Barquisimeto y otras ciudades del país gracias a su calidad.
Pero un día sus propietarios, aparentemente sin causa justificada, decidieron cerrarla dejando al personal sin su fuente de empleo, además de no haberle cancelado sus correspondientes prestaciones sociales.
“De aquí salían todas las semnas más de 40 mil bloques y nosotros teníamos donde ganarnos lo necesario para las familias, pero ahora no tenemos nada y estos equipos se pueden perder porque se encuentran abandonados por completo”, dice Alí Pompilio Camacho, quien trabajó en la alfarería durante más de 20 años.
Lo hizo mientras señalaba el avanzado deterioro de las instalaciones, como hornos, maquinarias, techos y hasta el camión que era utilizado en trasladar la arcilla hasta donde era transformada en bloques.
Al vehículo le sacaron el motor con el argumento de que lo arreglarían, pero nunca lo regresaron.
Explica que un día el gobierno compró la alfarería con el propósito de convertirla en una empresa socialista, pero lo único que hicieron fue pintar de rojo la fachada y un letrero en el que se lee: “Consolidando la propiedad social, con Chávez y Fermín, rumbo al buen vivir”.
Pero ese buen vivir no ha llegado, afirma Wilfredo Burgos, otro de los ex trabajadores de la empresa quien sigue esperando las promesas de reapertura que han hecho representantes oficiales.
Recuerda que hace unos meses los visitó el diputado Luis Jonás Reyes y prometió la reapertura de la factoría en poco tiempo, pero nada ha ocurrido, aunque los hombres de Gamelotal mantienen cierta esperanza de que pueda ocurrir en cualquier momento, sobre todo cuando estamos en campaña electoral.
“Aquí lo que falta es que nos pongan la luz y el agua y nosotros empezamos a trabajar inmediatamente, a producir bloques como lo hacíamos hasta hace algunos años”, dijo Burgos.
Camacho, por su parte, camina bajo el galpón y muestra los equipos que, a pesar de no haber sido accionados durante tanto tiempo, pueden ponerse a funcionar tanpronto le inyecten los recursos necesarios.
Son más de tres años de abandono que, lógicamente, ha provocado un incremento en el deterioro de toda la instalación, pero en Gamelotal consideran que la recuperación no requeriría un esfuerzo mayúsculo.
“Dicen que Corpolara va a meterle la mano, y no tienen que hacer una gran inversión porque aquí tenemos lo más importante que es la arcilla, negra y blanca, que no tienen en todas partes”, afirma el trabajador.
La campaña por la reactivación de la alcaldía cuenta con el apoyode los consejos comunales de la zona porque representaría una fuente de empleo directo para más de 40 padres de familias, además de los indirectos.
Quienes dirigen Corpolara tienen la palabra, pero en Gamelotal no desean promesas electorales sino acciones concretas que permitan a los pobladores ver en poco tiempo, como ocurría antes, saliendo camiones cargados de bloques hacia diferentes ciudades.
“Esta gente no pierde las esperanzas de ver funcionando pronto su alfarería, lo que le dará alegría a todos pues, aparte de las fincas agropecuarias es la única empresa que les permitía ganar para sostener a sus familias sin tener que trasladarse a otros lugares”, dijo por su parte el ex concejal Freddy Gil.
José Borrero, también luchador social, se incorporó al llamado a Corpolara o a otro organismo para el rescate de la empresa que tanto representa para una población como Gamelotal pues no cuenta con otra.
Fotos: Elías Rodríguez