Los pasillos de la Universidad Nacional Experimental Politécnico Antonio José de Sucre (Unexpo), hace quince años se convirtieron en un punto de referencia artístico.
Caminar por ellos, era la posibilidad de poder apreciar las propuestas artísticas del momento, ya que a través de murales se humanizó este espacio educativo y se dio a conocer a grandes creadores de Lara, Venezuela e incluso de otros países.
Pasan los años y el deterioro está presente en cada una de las propuestas. Al observarlas y detallarlas, ya no hay la misma sensación de realce a la cultura universal, los daños es lo que ahora se exhibe, al igual que la desidia y el poco interés por mantenerlos.
David Escobar es uno de los artistas que participó en la propuesta y fue quien desde la Dirección de Cultura de la Unexpo la impulsó e invitó a otros creadores a unir esfuerzos y proyectar lo mejor de sus trabajos en esta casa de estudios superiores.
“En la Unexpo hay obras que son individuales y otras que son colectivas. Todo comenzó en 1998 y los últimos trabajos se llevaron a cabo en el 2002. Todo fue organizado desde la Dirección de Cultura para integrar a los espacios universitarios un concepto más cultural, mucho más artístico”, explicó David Escobar.
“Cuarenta fueron los artistas y las obras que se realizaron y se exhibieron. Mientras que alumnos y docentes que también quisieron participar lo hicieron con 50 propuestas. Mi trabajo por ejemplo es constructivista y es importante ya que con ella culminé un período en mi vida artística, verlo como está da mucha tristeza, al igual que las elaboradas por colegas y compañeros”, acotó.
David Escobar ha tocado la puerta de la Unexpo, para ver qué se puede hacer con esta situación, “siempre me dicen que no hay recursos económicos. En la universidad están pasando por un período de decadencia. Antes había ética, una visión diferente, con esto se denota una falta de interés por los espacios y ambientes que allí están”.
Patrimonio larense
Escobar laboró 25 años en la Unexpo como docente en el Taller Creativo. Gracias a esta propuesta surge un movimiento que impulsó la humanización de la universidad.
“Todas las propuestas que hoy están deterioradas, sin color e incluso algunas que han borrado son patrimonio de la Unexpo y también de Barquisimeto. Mientras se pierdan obras, se pierden valores”.
“Hubo alumnos actualmente que borraron los murales que elaboramos, para hacer otras propuestas sin tener el conocimiento del valor y de la importancia de lo que estaban haciendo. Manifesté a las autoridades y al gremio de los artistas, la necesidad de un reglamento interno en las universidades para que se respete el patrimonio y no ocurran estas cosas”, explicó David Escobar.
La misión es una sola, que se puedan rescatar y desde cero comenzar el mantenimiento. La intención es que en los 50 años de la Unexpo puedan valorarse cada una de las propuestas.
“Estoy a la orden para la asesoría y estoy seguro que los artistas que participaron están dispuestos a colaborar y rescatar las obras en la Unexpo”, dijo Escobar.
Fotos: Ricardo Marapacuto