#Opinión: El deporte como bandera política Por: Alirio Palencia

En la desaparecida Unión Soviética y en los países de Europa colonizados por el comunismo era muy comun usar el deporte como bandera política.
A mi manera de ver eso es una práctica repudiable porque ninguna ideología ni parcialidad política puede secuestrar los logros de un atleta y proclamarlos como suyos.
Esto ademas es subestimar la inteligencia de los seres humanos, pues todas las virtudes y capacidades de un atleta son en primer lugar el fruto de su esfuerzo, y cuando el Estado ayuda al atleta sólo está cumpliendo con su deber y esto no debe ser motivo de alarde, pues los gobiernos que se comportan de esa forma se parecen a las personas vanidosas y presuntuosas y estos son valores negativos que en las sociedades modernas no se deben practicar.
Cuando un gobierno tiene éxito en cualquier área, bien sea económica, social o deportiva, ciertamente debe informarlo ampliamente para que los ciudadanos se enteren, pero una cosa es informar y otra muy distinta es vanagloriarse y repetir y repetir hasta el cansancio los logros obtenidos, subestimando de esta manera a la sociedad, creyendo tal vez que los ciudadanos somos una cuerda de ingenuos que no sabemos distinguir entre el éxito y el fracaso.
Pienso igualmente que los atletas y los artistas no deberían prestarse para hacerle el juego al gobierno de turno, pues ellos se deben a la sociedad en su conjunto. El talento que les ha sido otorgado por la providencia a ellos es un don que están obligados a compartir con todos los hombres y mujeres de una sociedad sin exepción y sin exclusiones, y es presisamente la capacidad que ellos tienen para entregarse por entero ante todos lo que los hace grande ante nuestros ojos.
Hoy en día son muy pocos los países que usan el deporte como bandera ideológica. Esta es una práctica en decadencia. Las sociedades modernas están cada día más abiertas a las nuevas ideas, porque han comprendido que con una mentalidad amplia y sin restricciones es mucho más fácil asimilar los cambios y enarbolar sólo la bandera que nos cobija a todos, y como dice nuestro proximo Presidente: «Cuando se hacen las cosas bien pasan cosas buenas».