DESDE MI CATEDRA
Cuando estas líneas lleguen a los asiduos lectores, estaremos a un poco más de un mes de esa fecha crucial y definitoria para la Democracia en Venezuela, como es el 7 de Octubre. Se palpa en el ambiente un ansia como jamás se había sentido a la espera de una elección presidencial. Este momento me hace recordar a mi profesor de idioma en la Universidad, Don Mario Spinetti, quien nos repetía una frase: “Vamos llegando al llegadero”; ignoro si es un dicho castizo o latino, lo que si entiendo es que trataba de decirnos, que estábamos alcanzando o comprendiendo el objetivo trazado. Pues bien, nos acercamos a este día en que el país habrá de tomar la decisión más trascendente de estas últimas décadas, la de ir a votar sin temor alguno, y en el voto elegir la alternativa opositora a este régimen antidemocrático, que está de más decir la representa Henrique Capriles Radonski. Y es una paradoja en todo el sentido de la palabra, la aceptación que aún tiene electoralmente el mandatario continuista, si nos detenemos a observar en crudo análisis el estado de involución en que se encuentra el sistema, sus instituciones y todas las facetas productivas, de servicio y la inseguridad reinante en el país, y pare usted de contar. Se explica tal aceptación por la estrategia “fascistoide” que a todas luces ha aplicado el régimen durante estos largos 13 años, desde el juramento ante “la moribunda”, hasta hoy día cuando ordena al parlamento aprobar leyes para continuar asfixiando la libertad de acción y pensamiento del venezolano, y la adhesión sumisa de sus seguidores cautivos por la catequización del mensaje de división de clases del que se ha valido y le ha dado resultado. Pero la razón en estos casos es terca, por lo que estoy convencido llegará a imponerse, y el electorado se está percatando concienzudamente que la Democracia no podemos botarla por la borda, que hay que rescatarla y perfeccionarla para el bienestar de todos y el llamado a abrir ese camino lleno de dificultades, no es otro que Henrique Capriles Radonski, quien como joven, con experiencia de gobernante exitoso, con olor a triunfo, con faz de victoria y con aureola de esperanza, debemos confiar porque allí radica lo democrático, escoger libremente una alternativa de la que se espera, que en cumplimiento de la Constitución y las Leyes, y el compromiso adquirido gobierne para el país entero, sin exclusión ni sectarismo. El llamado para algunos electores es a romper con la duda y el temor, que el país nos necesita unidos para encausarnos por la senda de la reconstrucción, y por ello se impone un candidato democrático como Henrique Capriles, cuando “Vamos llegando al llegadero…”
#Opinion: VAMOS LLEGANDO AL LLEGADERO… Por: Fernando Pérez Barrios
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