La nueva construcción que prometió la Alcaldía de Iribarren para que funcione el Mercado San Juan, tiene como único avance el movimiento de tierras. Apenas se perciben adelantos significativos en la infraestructura que albergaba a un buen número de comerciantes.
Inicialmente, la autoridad local aseguró que para el 14 de este mes, con el aniversario de la ciudad, se iba a inaugurar el complejo comercial, sólo que hasta los momentos no cuentan ni siquiera con la primera parte hecha.
Milexa Almeida, comerciante, declaró que desde mediados de julio fueron removidos a uno de los espacios del mercado central, ubicado frente a los antiguos puestos de empanadas, pero en este lugar las ventas han disminuido.
A duras penas, logran cobrar lo necesario para llevar el sustento a sus hogares; la clientela se perdió. A su opinión se suman el resto de trabajadores que, ofreciendo desayunos y almuerzos a precios populares, ganan su sustento.
“Queremos ver el regalo de la ciudad: un montón de tierra donde estaban nuestros puestos de trabajo. Estamos atravesando una etapa muy dura y, por lo visto, demorará mucho más la construcción del nuevo mercado”, declaró.
Aura Mendoza, cliente, lamentó que todavía estén con los movimientos de tierra, cuando la oferta de la alcaldesa había sido otra. Pide celeridad en la obra: “Desde hace años, vengo a desayunar aquí”.
Asimismo, Claudio Sequera, otro de los afectados, se quejó de las penurias que sufren desde la mudanza. Les donaron un tanque de agua, que no alcanza para abastecer a todos los puestos de comida. “Sin agua no podemos trabajar”, enfatizó.
Al parecer, Argenis Orellana, director de Abastecimiento y Mercado de la Alcaldía de Iribarren, no se ha reunido con ellos en las últimas semanas, por lo tanto, desconocen cuándo finalmente tendrán listas las instalaciones que prometen mejores espacios para los comerciantes.
También presentan quejas por el retraso en otorgar los créditos socio-productivos que ofreció el gobierno municipal. “Nos dijeron que con la cédula de identidad, podíamos solicitar el crédito y ahora nos salen con incontables requisitos que se convierten en una traba para nosotros”, informó Sequera.
Oportunidad de empleo
Por otro lado, José Godoy, habitante de la comunidad San Juan, habló de la falta de obreros en la construcción.
Él, junto a otros hombres del sector están esperando por una oportunidad de empleo que si bien generará beneficios económicos para sus hogares, también garantizaría un avance en la construcción.
“Todas las mañanas, entre 30 y 40 hombres, nos instalamos en las puertas del terreno con la esperanza de ser incluidos en el proyecto y sólo se burlan del pueblo. Es necesario que involucren a la comunidad en las obras que nos van a beneficiar a todos”, dijo.
Fotos: Jairo Nieto