#Opinion: Felicitaciones a John Goicoechea Por: Manuel Torrealba Silva

En el impulso el día 18-05-2012 sale el artículo del joven Goicoechea, ex dirigente estudiantil y político, titulado Maldonado y los idiotas, estupendo y realista, ya que enfoca con toda claridad y sinceridad el tema del corredor de carros Maldonado.
No le vamos a restar méritos al corredor de automóviles, pero pienso que es exagerada la cantidad de millones que se gastan para mantener a un solo hombre en una actividad que no considero deporte, es más bien un espectáculo. Cualquier barrigoncito sin fuerza puede realizar esta hazaña, lo que se necesita es una máquina que le responda, no ser nervioso, buena vista y cierta habilidad en el manejo, lo demás lo hace el carro.
Es como el coleo, lo que se necesita es ser más o menos jinete y tener un buen caballo, si éste no responde no hay coleador que valga; lo sé por experiencia propia, ya que vengo de una familia de coleadores. La manga de toros de Curarigua lleva el nombre de mi tío Fenelón, quien fue una gran coleador y un excelente jugador de nuestro deporte nacional de pelota criolla, pero no hay patio de pelota que lleve su nombre.
El coleo y el automovilismo no son deportes, son espectáculos y si no lo creen léanse el Decálogo del Deporte de Juan Pablo II. En cambio tenemos un deporte nuestro, autóctono, considerado por la Unesco Patrimonio Cultural Intangible, un deporte del pueblo, un deporte que se podría llevar a toda la geografía nacional, pueblos y campos, un deporte sano y un buen ejercicio que no es agotador sino que más bien coadyuda a la salud. Lo digo yo que tengo 86 años y aún lo practico, porque no es tan violento como el futbol y el básquet, que un hombre a los 40 años ya es viejo para practicarlos, por lo menos en competencias.
Un deporte sano que si se promocionara sería hasta una fuente de trabajo para algunos, ya que en la pelota, el único implemento que se necesita para su práctica es de fabricación artesanal. Para la pelota criolla lo que sí se necesita es buena vista, ya que es un deporte de precisión, tanto es así que los niños o adolescentes de ambos sexos para iniciarse en su práctica o aprendizaje tienen que ser mayores de 10 años, habrá sus excepciones pero muy pocos.
En Venezuela tenemos el garrote como defensa personal, el bolo de tres palos y el matacho que es como un bowling criollo, el garrote es superior a la esgrima y más útil, y ninguno de estos es tomado en cuenta por el estado Venezolano y sus entes deportivos. Por eso estamos como estamos porque se prefiere lo extranjero ante lo propio y esto no sólo es con el deporte sino con casi todo, excepto con nuestras mises, a Dios gracias. Al presidente comandante que se jacta de de ser Bolivariano y revolucionario se le han enviado cuatro libros sobre nuestro ancestral deporte, dos son míos, Origen y Destino de la Pelota Criolla y dos que lleve personalmente a Caracas, de su autoría el Prof. Franklin Leal del estado Trujillo, el año pasado y hasta el presente ambos sin respuesta alguna, y eso que el profesor Leal es un chavista ingenuo.
No puedo terminar sin decir que con la milésima parte de lo que se ha gastado en Maldonado podemos poner a jugar pelota criolla, bolo y garrote a todos los pueblos y campos de nuestra sufrida patria, gracias a los malos gobiernos que hemos tenido, como el actual que ha sido el peor de todos.