El agua se pierde en calle 2 del barrio Andrés Eloy Blanco

Los vecinos de Andrés Eloy Blanco, parroquia Juan de Villegas, sufren con el bote de aguas blancas ubicado en la calle dos con carrera tres, desde hace 15 días aproximadamente.
Hidrolara, de acuerdo a los residentes, tiene conocimiento de la situación pero no mandan las cuadrillas de reparación. Lo peor del caso, es que la humedad constante del lugar, acaba con la buena apariencia de las calles.
Los huecos de este tramo y el resto de las vías tienen rastros de la desidia oficial; a medida que avanza el tiempo los cráteres se vuelven más grandes. Se cansan de esperar por la ayuda de la hidrológica.
Roger Rivas, vecino, lamentó que el vital líquido se desperdicie cuando existen numerosos barrios del oeste sin el servicio. Si bien y, a pesar del bote de agua, el suministro en Andrés Eloy Blanco es el mismo, piden celeridad en el arreglo de la tubería.
Hace algún tiempo, en la calle uno, hubo un bote de aguas y aunque Hidrolara acudió para solventar el problema, no reparó el asfalto y todavía ocasiona pesar entre los residentes, sobre todo, en los que tienen vehículos.
“Hay que arreglar la tubería y, al mismo tiempo, las principales vías de la comunidad, de lo contrario, no encontraremos mejoras”, dijo.
Sin patrullas
Por otra parte, los conurbanos se quejan de la falta de patrullas en el módulo policial de Andrés Eloy Blanco, el único que asiste a buena parte de las comunidades cercanas. Los policías, dentro de lo posible, hacen recorridos por los sectores.
Si no tienen patrullas, contó la vecina Marlene Pacheco, es difícil brindar seguridad a todos los ciudadanos que residen hacia zona del oeste de Barquisimeto, donde hay un gran número de denuncias por robos de vehículos.
Otros delitos, hacen perder la tranquilidad a los vecinos, por ejemplo, los atracos a mano armada. Desde que funciona un llamativo centro comercial, en los alrededores de la comunidad, se han incrementado los asaltos en Andrés Eloy Blanco.
“A los vecinos que acuden al centro comercial, los siguen hasta sus casas y los amenazan con pistolas; se llevan todo a su paso sembrando miedo. Necesitamos que nuestros policías cuenten con todos los implementos para la defensa de los ciudadanos”, acotó.
Otra de las quejas hechas por los habitantes, es la falta de iluminación en las calles que, aunado a la inseguridad, se convierte en una gravísima realidad vecinal.
Kemberling Rodríguez
Foto: Ricardo Marapacuto