Los perros son los mejores amigos del hombre, eso se ha convertido en un refrán, en una frase, e incluso, en un mandamiento personal para muchas personas que encuentran en sus mascotas la perfecta e ideal compañía.
Sin embargo, son muchas las enfermedades que pueden padecer estos ángeles de cuatro patas y quien lo tiene y cuida, debe estar alerta ante síntomas y gestos que presenta el animal.
Una patología es recurrente en ellos, se trata de la otitis, una molestia severa para los perros por lo delicado que son con sus oídos.
La doctora Marietta Valenzuela explica las sugerencias, para estar prevenidos ante la otitis: “Si el perro gira continuamente la cabeza hacia un solo lado, o si está permanentemente moviéndola o sacudiéndola como tratando de sacarse algo, en ese momento hay que prestarle atención al perro”.
“Algunos se rascan tanto que pueden llegar a tener un otoseroma o un otohematoma, que no es otra cosa que una lesión, pero que si no es tratada a tiempo puede llevar incluso a que se practique una cirugía”, dijo la veterinaria.
La otitis no es otra cosa que la inflamación del oído. Según su localización anatómica se clasifican en otitis externa y otitis media. Y en los perros, además de sacudir permanentemente su cabeza, también se rasca con sus patas traseras, se queja con claras muestras de dolor.
En la mayoría de los casos de otitis en perros se ve una secreción que puede ser de distintos colores: verde, negra, marrón, blanca, amarilla o rojiza.
“Cuando se inflama se cierra el conducto. Todos los perros pueden presentar otitis”, dijo Marietta Valenzuela.
Tipos de enfermedad
La doctora Valenzuela manifiesta que hay tres tipos de otitis en los perros.
La primera es la llamada otitis bacteriana, la cual se produce por bacterias, exceso de agua, “se les presenta un enrojecimiento y pus. El cerumen es abundante y de muy mal olor. Si no es tratada a tiempo, incluso hay la posibilidad de que pierdan la audición. La inflamación en el conducto auditivo es fuerte, se obstruye y la secreción no es normal. En algunos casos amerita una operación”, describe la especialista.
También pueden padecer de otitis de hongos, la cual “es originada por la presencia de hongos. El perro siente una molestia en su oído, pero sin dolor ni mucha picazón. La secreción en este caso es negra. La consecuencia es la otitis crónica”.
La otitis por ácaros es la tercera que de igual manera causa molestias en los perros. Además de la secreción negra, llegan a producir un olor fuerte no habitual en la mascota. Se le puede notar en el oído unas manchitas blancas que son animalitos pequeños, los cuales hay que eliminarlos con prontitud, llevando al animal al veterinario.
La otitis externa es muy común tanto en perros como en gatos. Los factores que la pueden provocar son: parásitos, cuerpos extraños, enfermedades alérgicas, desórdenes de la queratinización y enfermedades autoinmunes. El parásito más común causante de esa enfermedad es el Otodectes cynotis, se estima que sería causante del 5% al 10% del total de las otitis externas en los perros.
Espigas, arena, cerumen seco e introducción de objetos pueden ser el inicio de una reacción inflamatoria a nivel de conducto auditivo.
Orejas caídas y orejas levantadas
La lista es larga. Y de seguro usted encontrará la raza de su animalito aquí, no se alarme, la intención es prevenir y actuar adecuadamente entendiendo que hay perros más propensos que otros que les da otitis.
Los perros como los Poodle, “tienen mucho pelo dentro del oído y eso se convierte en un foco de infección sobre todo si después del baño no queda completamente seco. Los cocker también tienen la misma situación”.
“Existen los perros de orejas caídas y los de orejas levantadas. Con ambas características pueden padecer de otitis. Los de orejas levantadas pueden agarrar ácaros, es muy extraño cuando sufren de la otitis bacteriana. Por ejemplo al pastor alemán las moscas les comen las puntas de las orejas y al animal se le va colocando la orilla del oído negra”, explica la doctora Marietta Valenzuela.
Destacó que los de orejas caídas sufren de otitis por micosis y bacteriana, los hongos son comunes en este tipo de animal.
Hay razas como la Shar pei que la anatomía de su oído es muy cerrada, cuesta mucho hacerle limpieza y es propenso a la otitis.
Los Basset hound, los Setters, los Dálmata, los Beagle, los Airedale Terrier, entre otras razas, también son vulnerables ante esta enfermedad canina.
Sin botones…
La otoseroma se produce cuando el animal se rasca con frecuencia y mucha fuerza y logra inflamar los vasitos. A los perros esto les causa mucho dolor, y en reiteradas ocasiones los propietarios en búsqueda de una solución sencilla recurren a alternativas poco viables.
“Hay quienes les extraen la sangre con inyectadora u otros métodos, pero esto no debe hacerse, de todas maneras se vuelve a llenar. Hay un método muy obsoleto, que se ha ido propagando, pero que se debe erradicar como es la aplicación de botones”, manifestó Valenzuela.
“Las personas le cosen botones en las orejas a los perros, para presionar y resulta que con esta práctica hay algunos animalitos que han perdido parte de sus orejas. Por aplicar mala praxis pueden perder toda la oreja”, destacó la especialista.
Existe la cubierta de protección para mascotas, que es una especie de cono plástico como un collarín que se ajusta al perro, para cuando se rasque no consiga hacerse daño.
Pero lo recomendado es llevarlo al veterinario. Los especialistas actualmente le aplican una esponja con sutura, ya que todos los vasos sanguíneos están abiertos y la esponja sirve para absorber el líquido y que no haya irritación o complicaciones.
Recomendación a tiempo
“La operación o intervención quirúrgica es necesaria sobre todo cuando la obstrucción del oído medio llega a una hiperplasia. Cuando los propietarios o dueños de una mascota preguntan qué hacer para prevenir toda esta situación les indico que mantener la limpieza del oído del perro es indispensable, una o dos veces por mes se debe realizar”, explicó la doctora Marietta Valenzuela.
“Se puede limpiar con soluciones especiales para la limpieza que son preventivas. Siempre les pido que no le apliquen gotas con antibióticos, sobre todo si no está indicado por un especialista. De lo contrario eso le estaría creando resistencia a ese medicamento y luego será muy difícil controlarle la molestia o enfermedad”, añadió la veterinaria.