#Opinion: El comunismo se desarrolla paulatinamente Por: Rafael Bayed

En 1997, comenzó el “juego” de captar seguidores para una supuesta revolución que iba a terminar con la violencia, la corrupción, la ineficiencia y la anarquía de los últimos tiempos; mentira, puro calentamiento de oreja y la más vil de las mentiras: se cocinaba un régimen comunista con la complacencia de vastos sectores de la sociedad.
Dicen que a las ranas si las metes en agua caliente saltan porque se queman. Pero si vas calentando el agua de a poco las podemos cocinar sin que se den cuenta.
En Venezuela nos han estado calentando el agua y empiezan a verse las primeras burbujas… pero muchos siguen nadando o porque no se dan cuenta o porque están resignados. Este gobierno del comandante comunista ha violado nuestros derechos a la vida, a la libertad y a la propiedad:
Los actos donde se viola la vida, la libertad y la propiedad son innumerables desde Miraflores hasta el último escalafón del poder, ladrones y depredadores de toda índole y calaña. Mientras esto sucede, un ministro nos dice que la inseguridad es una sensación, que la inflación no existe, que ahora van a cuidar de nuestros ahorros. La policía no puede sacar a unos ladrones de una casa, la justicia no mete presos a los delincuentes de la calle ni a los políticos que les encuentran miles de dólares en bolsos.
Uno de los requisitos para que un Gobierno pueda llamarse democrático es su respeto por los derechos humanos, a los cuales se les llamaba antes derechos naturales, pues son inherentes a la naturaleza del ser humano. A un Gobierno como este de comunistas y anarquistas que viola repetidamente los derechos humanos no se le puede llamar democrático, aunque haya resultado ganador de unas elecciones.
Los ladrones están sueltos y el pueblo encerrado. Miles encerrándose en vecindarios privados pensando que pueden aislarse de lo que pasa en la sociedad. Otros encerrándose en si mismos. Lo más triste que una gran mayoría no lo ve, no se da cuenta que pueden ser lo próximos en sufrir una injusticia. Me dicen, no me molestes con esas cosas políticas. No le preocupa que le pase a su vecino, mientras no le pase a ellos.
Nos están robando el país, nuestro pasado, presente y futuro, están quitando nuestros derechos a la libertad, vida y propiedad.
Es bueno que cada uno se ocupe de si mismo, su familia, su entorno, pero hay momentos donde no alcanza con eso. La historia la hacemos por acción u omisión. ¡Venezolanos despertemos! Si no hacemos algo nosotros, nadie lo hará. Es momento de ocuparse, hacerse cargo, tener el coraje para enfrentar la situación antes de que sea demasiado tarde.
Personalmente tengo esperanza. Esperanza porque confío en un Dios de justicia y misericordia. Se que cada uno va a rendir cuentas por lo que hizo en esta vida, pero también que es un Dios de perdón. Cuando los políticos juran dicen “que Dios y la patria me lo demanden”. Dios los va a demandar, no tengo dudas. Pero también tengo esperanza que la patria los demande. Esperanza de que los millones de venezolanos, trabajadores y honestos digan basta. Basta de impunidad. Queremos Justicia, Seguridad, Libertad y Vida.
Esperanza de que vamos a defendernos entre nosotros, no vamos a ser mas indiferentes, vamos a ser solidarios, no vamos a tener miedo y estamos dispuestos a pagar el precio por vivir en un país libre.