El presidente de la República, Hugo Chávez, marca un hito político no sólo en Venezuela sino en América Latina al utilizar los medios de comunicación masivos para ejercer la Presidencia de la República mediante su programa Aló, Presidente y las cadenas con muchas horas de duración, no importando el horario en que se transmitan porque pueden ser en la mañana, por las tardes o la noche.
Al expresar esa opinión, el Dr. Andrés Cañizales, quien ha estado durante varios años analizando el discurso presidencial, dice que hay otros mandatarios que han seguido el ejemplo de su colega venezolano y están haciendo programas y cadenas, como son los casos de Evo Morales, en Bolivia, y Rafael Correa, en Ecuador.
Nueva forma de gobernar
-Pero, ¿no le precedió Fidel Castro?
-Los extensos discuros de Castro fueron pronunciados en momentos claves durante el año. Aquí la intervención de Chávez por radio y televisiónes es casi a diario.
La investigación que realicé determina que esa es una forma distinta de ejercer el poder, por cuanto cumple las tareas propias de gobernar e inmediatamente las comunica.
Podemos apreciar ahora que cuando las cámaras enfocan al consejo de ministros -cosa que nunca había ocurrido en Venezuela, porque las sesiones se celebraban a puertas cerradas- aparecen esos funcionarios como expectadores y el jefe del gobierno les otorga una suerte de actores con papeles secundarios.
Él es el actor, el protagonista de la “película” y los ministros son como actores de reparto.
Yo ejercí el periodismo durante el segundo gobierno de Rafael Caldera y uno podía entrevistar a ministros como Matos Azócar, Teodoro Petkoff y otros, que convocaban a los medios de comunicación a ruedas de prensa, además de conceder entrevistas a los reporteros.
Hoy día vemos que la presencia mediática de los ministros y el propio vicepresidente Elías Jaua está muy supeditada a la agenda de Chávez.
Aparecen rodeando a Chávez, acompañándolo, y respondiendo a las preguntas que les hacen relacionadas con algunas materias o girándoles instrucciones.
De ahí surge la idea de la presidencia mediática, porque precisamente se le presta muchísima atención a los medios, como nunca antes había ocurrido en la historia de Venezuela.
El peligro del boomerang
-¿No cree que abusa muchísimo con esas cadenas, para llevar a cabo su monólogo, durante el cual llega a hablar hasta de cosas insensatas como decir que Bolívar nació en Barlovento?
-Una de las recomendaciones que contienen los manuales de comunicación política es que no se abuse de los medios. Se les pide a los políticos que aparezcan cuando tengan que ofrecer una buena noticia, pero que eviten el desgaste de su imagen. Es decir, deben dosificar su presencia.
“Para mí es una gran interrogante el efecto de esa presencia mediática tan extensa del Presidente de la República. ¿No será un boomerang político contra él cuando la gente exprese cansancio porque permanentemente está hablando de todas las cosas que se le ocurren, ofreciendo y también ordenando la ejecución de obras sin tener un proyecto de antemano?”.
-Cuando se produjo el paro petrolero, Chávez usando un pito, subrayaba el despido del personal de las refinerías. De igual manera ha amenazado a banqueros y a otras personas. ¿No incurre el Presidente en infundir miedo y hasta terror a mucha gente?
-El Presidente tiene una manera que llamamos “decisionismo mediático”, mediante el cual sus decisiones son tomadas espontáneamente y, como en el caso mencionado, procede a desmantelar la industria petrolera.
Eso no es sólo tomar una decisión, porque bien pudiera haberlo hecho a través de una declaración formal diciendo que está procediendo al despido de unos gerentes petroleros, sino que monta un show. Hay una tendencia a que las decisiones políticas, más allá de que sean las correctas, se toman desde los medios.
Hace unos días, cuando el Presidente estuvo en la franja petrolífera del Orinoco, en Bolívar, anunció que allí iba a ser construida una nueva ciudad.
Está bien que se piense en eso, pero, ¿dónde está el estudio técnico? ¿Cómo se determina si ese es el mejor lugar para una nueva ciudad? Todo eso tiene que ver con un efectismo que, supone, causa buena impresión entre las personas que están viendo y oyendo su mensaje. En todas sus intervenciones termina anunciando algo, sin importar que se haga o no.
-¿Siempre fija la agenda política?
-Creo que en esta campaña ha disminuido un poco.
-Sin embargo, ¿no lleva ya más de 40 horas hablando en la cantidad de cadenas que ha hecho?
-Habla mucho, pero no está marcando tanta agenda.
-¿Aceptan sus seguidores mensajes tan crudos como cuando le dijo a su esposa, un día de los enamorados, que se preparara esa noche para recibir lo suyo?
-El Presidente no le habla a todo el país, sino simplemente a los sectores más populares y utiliza unos códigos que lo han posicionado.
-¿Cuál es la impresión que produce al cambiarle el sentido de orientación al caballo del escudo, por ejemplo?
-Son cosas improvisadas que, en general, la gente deja pasar. No terminan provocando preocupación. Sin embargo, los que hemos estudiado las decisiones del Presidente en el curso de los años, hemos determinado que son personalisímas.
-¿Cómo se podría considerar el discurso de Chávez?
-Es muy personalista. En el 70 por ciento de sus intervenciones se menciona a sí mismo: “Yo decidí”, “yo digo que vamos a hacer esto…”, “yo firmo”, “yo doy”, “yo ordeno”, “yo condeno”, y así por el estilo. Leyendo las transcripciones de Aló Presidente nos encontramos un pronunciado “yoísmo”.
Él dice que está encabezando una revolución participativa; pero, en la práctica, cuando uno analiza los detalles de su mensaje no utiliza nunca la palabra “nosotros”. Y hay una cosa en esta práctica personalista que tiene que ver con el uso del Chávez en tercera persona.
En este caso el Presidente habla de él mismo y dice, por ejemplo, “y van a ir por Chávez”, “el pueblo es Chávez”, “Sin Chávez no hay revolución”, así como otras frases que tienen como propósito recalcar su condición de gobernante supremo y comandante de la revolución.
El libro
¿Cómo surgió la idea del libro Hugo Chávez: La presidencia mediática?
“Yo tenía que terminar mis estudios de doctorado de Ciencias Políticas en la Universidad Simón Bolívar y había escrito muchas cosas sobre el tema porque me había llamado la atención la utilización de los medios de comunicación -refiere el Dr. Cañizales. El profesor Federico Welsch, fundador del postgrado de Ciencias Políticas en la mencionada casa de estudios y quien me asesoró, me ayudó a encontrar el foco del asunto porque tenía muchas preocupaciones relacionadas con la materia. Esta investigación está asociada, en primer lugar, a un trabajo académico y, luego, me correspondió desarrollar una labor de revisión y de aspectos que saqué de la tesis para hacer más fácil la lectura de este libro”.
La presentación en Barquisimeto tuvo lugar en la librería El Clip y estuvo a cargo del politólogo Piero Trepiccione.
Perfil
Andrés Cañizales es profesor e investigador venezolano con numerosas publicaciones académicas en torno a la relación entre los medios, la política y la libertad de expresión en nuestro país.
Doctor en Ciencias Políticas también tiene estudios de posgrado en Historia de Venezuela y una licenciatura en Comunicación Social.
Durante más de una década trabajó como corresponsal extranjero en varios países de América Latina. En la actualidad es personal académico de planta de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), en Caracas, adscrito al Centro de Investigación de la Comunicación (CIC-UCAB) en las líneas de trabajo de Comunicación y Democracia. Dirige la revista Temas de Comunicación y escribe regularmente en El Nacional y Talcual.
El salvador del mundo
¿Cómo ve esa campaña que ha venido realizando el Presidente, proclamándose como defensor del mundo?
-La imagen de Chávez se ha venido sustentando en el alto precio que ha tenido el petróleo, que le cayó como un golpe de suerte no esperado, ya que el valor del crudo alcanzó cifras que jamás se pudiera imaginar el país… ¿Quién de nosotros en el año 1998, cuando en el último año del gobierno de Rafael Caldera, no llegó a pasar de 14 dólares pudiera en una década alcanzar diez veces ese precio? No cabía en la cabeza pensar que el barril pudiera llegar a tanto en forma acelerada.
Esos ingresos por concepto de la venta del crudo le han permitido al Presidente gobernar internamente con su política populista, sino también que lo proyectaron internacionalmente.
En estos momentos, ¿qué jefes de Estado vienen a Venezuela? Muy pocos, comparativamente. Si miramos el pasado, especialmente en el período 2005-2007, llegaban a cada rato presidentes, primeros ministros y en general, mandatarios de todas partes, para participar en cumbres y reuniones de cualquier cosa. Y todas esas visitas eran financiadas por el gobierno nacional.
Ese petróleo le permitió un amplio margen de política nacional e internacional; pero, hoy ese recurso está más limitado y ya la presencia de Venezuela no es tan notable como en aquella época.
Esa notoriedad de Chávez lo acerca al primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, quien también pensaba que era un gran actor político en el mundo y, por supuesto, porque su imagen estaba asociada al petróleo.
Esa forma de pensar de Chávez, que está llamado a salvar al mundo, está reflejada en su programa de gobierno que le está presentando al país.
Quiere ser reelecto no sólo para continuar al frente del gobierno de Venezuela sino para salvar a la humanidad.
El Presidente de la República no solamente cambia su estrategia, sino también su discurso, observa el Dr. Cañizales.
Es una persona sagaz, que está viendo a quién le habla y cuál mensaje le deja.
En ocasiones pierde los estribos, obviamente; pero su discurso es pronunciado para que algo quede a quienes se lo dirige.
-Cuando utiliza en forma abusiva los medios, ¿será que él tuvo la idea de ser actor o artista de televisión?
-Hace poco, cuando hizo la cadena, interrumpida por la protesta de los trabajadores mineros, al día siguiente hizo otra cadena para explicar que hubo un problema técnico y habló largamente de su experiencia como animador de certámenes de belleza, locutor y declamador.
En su Aló, Presidente tiene invitados, da pases a sus funcionarios, canta, recita y hace otras cosas para mantener un programa de entretenimientos como lo haría cualquier animador.
Fotos: Emanuele Sorge