Abandonados en un terreno baldío, a dos kilómetros del caserío San Pablo Viejo, en la carretera antigua a Carora, fueron encontrados en avanzado estado de descomposición los cuerpos sin vida de Franger José Mambel (20), Edson Javier Díaz Puerta (18) y Jhonder Alexander Quintero (17), los tres jóvenes desaparecidos el pasado 22 de agosto en Cerro Gordo.
Familiares fueron alertados aproximadamente a las 3:30 de la tarde y de inmediato emprendieron rumbo al lugar del hallazgo, a pesar de que en los últimos días habían sido objeto de burlas e informaciones falsas. Sin embargo, para su pesar, en esta ocasión constataron la identidad de los jóvenes que ya tenían alrededor de nueve días a la intemperie.
El director de Seguridad y Orden Público, José Maldonado Dupuy, y la comandante de la Policía del estado, Marisol de Gouveia, fueron los primeros en llegar al lugar, acompañados por el fiscal 21 Rubén Ramones, quien explicó que de inmediato se iniciarían las investigaciones referentes al caso.
Dos de los cuerpos se encontraban boca abajo, con notables signos de ensañamiento y las manos atadas en la espalda. Su vestimenta era la misma que habían descrito sus allegados al momento de la desaparición. Efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas y de la Unidad Criminalística Contra la Alteración de Derechos Fundamentales del Ministerio Público, llegaron a las 6:00 de la tarde para iniciar la recolección de evidencias, pero en el lugar no se encontraron restos de bala, por lo cual se presume que los jóvenes fueron asesinados en otro sitio y abandonados posteriormente en la vía.
“Tenemos toda la disposición para hacer la investigación más exhaustiva, pues es un hecho repugnante ante el cual hay que actuar con la mayor contundencia a fin de encontrar a los responsables. Desde hace tres años no veíamos una masacre similar y esperamos que no tenga ningún tipo de conexión con hechos que se han cometido con anterioridad para generar una crisis utilizando inocentes”, expresó Dupuy.
Sin rastro
El calvario para las tres familias comenzó el miércoles 22 de agosto, fecha en la cual los muchachos fueron vistos por última vez a pocas cuadras de su residencia en la avenida principal de Cerro Gordo. El menor de los tres jóvenes salió a comprar una bombona de gas y se fue en compañía de sus dos amigos.
Al cabo de un rato regresó a la casa indicando que aún no había llegado la bombona, pero que más tarde pasaría. Regresó al cabo de unas horas.
Los testigos hicieron saber que de forma repentina apareció un vehículo Chevrolet Corsa gris de cuatro puertas, escoltado por dos motorizados, en una iba una persona y en otra dos. Presuntamente los motorizados eran funcionarios de Polilara y estaban uniformados. Del Corsa se bajaron unos sujetos quienes sometieron a los tres jóvenes, los golpearon y en contra de su voluntad los metieron en el carro y se fueron con rumbo desconocido.
En los últimos días, la comunidad en pleno se volcó a las calles desesperados para obtener noticias de los tres jóvenes, con la esperanza de encontrarlos con vida. Ahora esperan que el crimen no quede impune y los responsables de la terrible masacre sean encontrados.
Fotos: Simón Alberto Orellana