Las miles de dietas, medicamentos y consejos artesanales abundan por el ciberespacio, en revistas femeninas y en las reuniones sociales. Pero, estas recomendaciones, al no tener los resultados esperados, conducen a una profunda depresión y desesperanza para quienes intentan perder kilos de cualquier forma. Sin embargo, el problema del sobrepeso esconde un secreto profundo: las emociones. Éstas juegan un factor determinante para obtener el peso ideal.
Deborah Sokolowicz sabe de eso y mucho más. Mientras vivía en Israel y tras intentar sin resultados, reducir los kilos de más con medicamentos y dietas, tomó las riendas de su vida y se propuso bajar de peso por su salud y bienestar. “Algo gatilló en mí la necesidad de ser flaca, dejar de tapar las emociones con la comida, olvidarme de las dietas sin resultados, para alcanzar la plenitud que requería”, explica.
Fue así como después de varios meses de constante entrenamiento, logró su objetivo. Estudió nutrición, sicología, hizo cursos de coaching y montó un centro de atención en Israel. Allá conoció la realidad de muchas mujeres, que independiente del país donde se encuentran, tienen los mismos dolores y sufrimientos. “Nuestro cuerpo tiene su propio vocabulario. Lo que hago es acompañar, motivar a la gente en todo momento y si la persona cae, no importa, lo principal es que se vuelva a levantar y obtener las oportunidades necesarias para conseguir un objetivo en la vida”.
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