Amuay, la mayor refinería de Venezuela, reinició el viernes la primera de sus unidades de proceso, tras una explosión y un masivo incendio que durante cuatro días mantuvo en llamas el patio de tanques obligando a la paralización casi total de la planta, dijo a Reuters el ministro de Petróleo, Rafael Ramírez.
La explosión en Amuay, la cuarta mayor refinería del mundo con 645.000 barriles por día de capacidad y que integra el Centro de Refinación Paraguaná (CRP), ha dejado hasta ahora más
de 40 personas muertas, más de 100 heridos y grandes daños de infraestructura, en el accidente más severo registrado en la industria petrolera venezolana.
«Ya arrancó la unidad, procesando 100.000 barriles por día», dijo el funcionario vía telefónica.
Fuentes de la estatal detallaron que la primera unidad en reiniciar es la de destilación atmosférica número tres, que recibe y vaporiza el crudo para convertirlo en productos semiprocesados que luego entran a otras unidades más especializadas para generar diésel y gasolina terminada.
Una vez que la unidad llegue a su máxima carga, podrían comenzar a reactivarse en cascada otras unidades más especializadas que han estado en recirculación en los últimos días.
Expertos han advertido que los daños causados por el accidente podrían obligar a la estatal PDVSA a ralentizar el reinicio de todas las unidades de proceso mientras se retiran escombros, se enfría la zona afectada por el incendio y se determina que no haya fugas o problemas en tuberías.
Sin embargo, Ramírez dijo que Petróleos de Venezuela (PDVSA) cuenta con 10 días de inventario de combustibles disponible en sus instalaciones, con lo que está en capacidad de atender sus
compromisos internos y externos sin necesidad de recurrir a una declaratoria de fuerza mayor.
El también presidente de la estatal confirmó a Reuters esta semana que varias firmas de intermediación han hecho ofertas para vender cargamentos puntuales de gasolina y otros productos a Venezuela, pero aseguró que esa decisión no ha sido tomada.
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