#Opinión: El ocaso de un proyecto Por: Juan López Cordero

La gran mentira que ha significado este “tal proyecto” ha sido comprendida y entendida por nuestro pueblo traicionado y engañado durante casi catorce largos años de atraso y destrucción del país; pues los venezolanos podemos apreciar que la calidad de vida la hemos venido perdiendo ante un mar de mentiras y siembra de odios que sólo nos ha traído exclusión y destrucción del país en todos los órdenes.
Los hechos y las encuestas demuestran y confirman el bajo protagonismo del candidato presidente saliente, que hace peligrar la “revolución” (llámese involución) por lo cual, sin duda alguna, …el candidato de la carroza está derrotado.
Como nunca antes, el candidato autoritario se encuentra en el borde del precipicio y una serie de problemas debilitan su piso político y su imagen en el país y ante los ojos del mundo.
Los vientos de la opinión pública nacional e internacional soplan contra la revolución y la acumulación de factores ha hecho despertar a la población; que sin lugar a dudas acudirá a votar sin miedo para salir de este comunismo. Queremos vivir en libertad en un régimen democrático sin exclusiones y sin odios. No se puede permanecer indiferente ante este momento decisivo de nuestra historia, decidiremos ante el bien o el mal, la oscuridad o la luz; por lo tanto optaremos por el progreso y un mejor futuro para el país y así obtener un triunfo apabullante que no permitirá ninguna trampa posible.
Sin lugar a dudas, el candidato de la carroza está acorralado por la enorme ineficiencia de su gestión quien no ha sido capaz de solucionar ninguno de los graves problemas de los venezolanos; pues al contrario tenemos más pobreza, más inflación, mayor costo de vida, mayor inseguridad, etc. y el país se encuentra colapsado en su infraestructura. Sólo se han ocupado en el derroche de dinero y regaladera de plata en el exterior para comprar conciencias y apoyos en una guerra imaginaria y quijotesca contra un imperio inexistente; privilegiando la consolidación de un régimen castro comunista por encima de los intereses y desarrollo del país.
La república está en su lecho de muerte y se acerca el imprevisible final; pero no dejaremos perder el país, caemos al fondo o reaccionamos. No hay dudas, todos a votar para salir de la gran mentira que significa este tal “proyecto”, proyecto que ha sido la perpetuidad en el poder mediante el engaño, la manipulación y la mentira, sembrando el odio y la división entre los venezolanos.
El coma andante (así lo llama mi amigo) ha dilapidado una enorme fortuna, tratando de exportar al continente la revolución castro comunista que no pudo hacer el sanguinario Fidel; pero que su más fiel discípulo ha continuado con el dinero de los venezolanos, teniendo en los chulos países del Alba las mas aprovechadas sanguijuelas;  desaprovechando tan infinitos recursos que han debido permitir dar vivienda a todas las familias desposeídas del país, modernizar nuestra infraestructura vial, hospitalaria, educativa, servicios, etc. que no han recibido ni el adecuado mantenimiento.
Por consiguiente el 7 de octubre, día trascendental  en Venezuela, estará en juego la existencia misma como nación libre y el futuro de nuestros hijos y el sistema de libertades. Todos tenemos la responsabilidad ciudadana de contribuir con el rescate de la institucionalidad democrática del país y así frenar la ideologización comunista que se viene ejecutando en la educación, salud, Fuerza Armada, economía, etc.
Me complace recalcar la siguiente frase, del secretario ejecutivo de la MUD Lara: “Hay un contraste claro, para que cada quien decida. La guerra, la confrontación, la exclusión, la división. O el trabajo creador, el respeto, el dialogo, la búsqueda compartida de un camino mejor para la patria, de paz y de progreso”. Tengamos presente esta lapidaria reflexión. ¡Despierta y Reacciona!
¡Democracia o comunismo!