Medios venezolanos han divulgado un documento, que se presenta como un estudio realizado para una aseguradora, según el cual meses antes del trágico accidente de la refinería de Amuay había fallas en los sistemas de mantenimiento de la instalación.
El Centro de Refinación de Paraguaná (CRP), que está integrado por las refinerías de Amuay y Cardón, enfrentó durante el año pasado 222 incidentes, que incluyeron 100 incendios, de los cuales unos 60 ocurrieron en «trincheras de tuberías contaminadas», señala un supuesto estudio que habría sido realizado en marzo por la firma RJG Risk Engineering para la aseguradora internacional QBE, que difundieron este jueves los diarios locales El Universal y El Nacional.
En el informe se reconoce retrasos de «uno o dos años» en las grandes obras de mantenimiento, así como la postergación en el 2009 de mantenimientos rutinarios, cuyos efectos «todavía se sienten».
Asimismo, se destaca el esfuerzo de las autoridades del CRP para llevar adelante un programa de «integridad estructural»; sin embargo se reconoce que el mayor problema está en los equipos viejos que siguen siendo una «prioridad».
En relación a las investigaciones sobre los siniestros, el informe refiere que de los 222 incidentes, solo en 9 se hicieron las investigaciones a fondo y las recomendaciones fueron ejecutadas; en 20 hechos se completaron los estudios y fueron notificados a personas relevantes; en otros 20 se comenzó el proceso y 173 están en un «comité».
La AP solicitó al jefe de prensa de la corporación estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), Alfredo Carquez, una reacción sobre el referido estudio, pero éste indicó que no se harían declaraciones al respecto.
También se trató de contactar a Roger Gregory, de la firma RJG Risk Engineering, para confirmar la autenticidad del documento, pero no respondió la llamada ni el correo que se le envió.
El ex subgerente del CRP, Javier Larrañaga, consideró como «altísimo» el registro de 222 incidentes que ocurrieron el año pasado en el complejo, y precisó que previo al 2003, cuando el gobierno despidió a unos 18.000 trabajadores de PDVSA que respaldaron un paro, los casos de incendios, explosiones, fugas o derrames en esas instalaciones eran «menos de cinco» al año.
Larrañaga dijo a la AP que era «inadmisible» que existan casos en el CRP de contaminación en las trincheras de las tuberías. «En una refinería no pueden estar las trincheras llenas de hidrocarburos», advirtió el ex gerente al reconocer que eso podría implicar la existencia de roturas en las tuberías, hecho que consideró como riesgoso.
Fernando Padrón, gerente general de PDVSA Refinación Oriente, afirmó, en un comunicado difundido por la corporación, que en la empresa estatal se respetan y cumplen los parámetros internacionales de seguridad.
En el área de almacenes de la refinería occidental de Amuay, la mayor del país, se registró el 25 de agosto una fuerte explosión por fuga de gas que dejó como saldo 42 muertos, convirtiéndose en una de las mayores tragedias ocurridas en un complejo petrolero venezolano.
El incidente desató un cúmulo de cuestionamientos contra PDVSA, en particular a sus sistemas de contingencia y procesos de mantenimiento.
Desde el gobierno se ha rechazado los señalamientos contra la corporación asegurando que hasta que no se culminen las investigaciones no se puede hablar de deficiencias en el mantenimiento y en los planes de contingencia, pero no se ha logrado amainar los cuestionamientos.
El trágico incidente ha sido aprovechado por opositores para desatar una lluvia de críticas contra el gobierno del presidente Hugo Chávez, quien está optando a una tercera reelección.
Algunos analistas estiman que el suceso ocurrió en el peor momento para Chávez debido a las cercanía de las elecciones presidenciales que están previstas para el 7 de octubre.
El candidato presidencial opositor, Henrique Capriles, exigió el miércoles, durante una visita al estado suroriental de Bolívar, que se establezcan responsabilidades por el accidente en Amuay.
«Cuando se produce un accidente en alguna industria o refinería… siempre el gobierno quiere que los problemas revienten más abajo, por los inocentes, y no asumir su responsabilidad», indicó Capriles durante un mitin ante centenares de personas en la población de Upata, estado Bolívar.