Los que queremos la paz, la seguridad, la buena convivencia , la armonía y el respeto en nuestro país, que por supuesto es un alto porcentaje de venezolanos que no perdemos la fe y la esperanza por la pronta recuperación de estos valores, que lamentablemente han desaparecido con consecuencias muy negativas, que han destruido nuestra forma de vida, golpeando desde el más grande hasta el más pequeño sin marcar diferencia excepto los que nos gobiernan, da la impresión de que en sus actuaciones hablan de otro país y jamás coinciden con la realidad de las dificultades en que estamos sumergidos, actuando en una forma apática como si aún no está pasando nada y que todos vamos al pozo sin buscar una buena alianza que no marque mas diferencia entre nosotros y que halemos con la misma fuerza para el mismo lado en aras del bienestar del país, que reclama con urgencia la unión y no la división.
Todo este alto porcentaje de venezolanos añoramos una mejor vida sin la menor duda, siempre intentando ver a Dios en todas las personas y en todas las cosas y actuar cada día con esa perspectiva, intentando no juzgar a aquellos que son menos ambiciosos, menos pacíficos y menos amables, y tratando de comprender que dividir, odiar y emitir juicios es el verdadero problema, cuando juzgas a los que odias formas parte del cáncer, en vez de formar parte del tratamiento, estoy seguro que todo buen ciudadano que aspire al bienestar de la colectividad y su paz interior lucha por promover la responsabilidad universal de una manera que se respete las diferencias y fomenten la diversidad de prácticas y credo, esa es la forma de dirigir, buscar aliados pacíficos no ver adversarios como enemigos al contrario verlo como una oportunidad.
Los mandatarios y dirigentes por el bien de todos su principal responsabilidad debe ser construir una ética global de no violencia, convivencia, respeto a la propiedad privada, igualdad de géneros, paz, impulsando procesos, cambio personal y social con ideologías que fomenten el desarrollo, estimulen la creatividad, el crecimiento espiritual, educacional, económico, donde no haya quítate tú para ponerme yo, y la ley del más Taimado sin principios ni fundamentos, crear bases solidas donde todo el mundo goce de seguridad junto a su familia y libertad de acción.
Los buenos dirigentes en los países que han prosperado y siguen prosperando, son aquellos que toman con pasión y responsabilidad las ofertas y compromisos que prometieron en la campaña y no aquellos que al poco tiempo se les olvida y desvirtúan todos los compromisos adquiridos dejándolos al olvido, con la mayor desvergüenza cuales fueron sus ofertas para llegar al poder, siendo esta conducta negativa que los conduce directo al fracaso, el reconcomio y el malestar hasta de las familias más unidas, olvidándose que es mejor enriquecer aquellos modelos educativos que aprovechan la capacidad de transformación de la mente humana para su propio bien, donde se piense en amor, voluntad y ser útil con aportes y valores que le sean de mucha valía a los que vienen detrás, como una muestra del buen vivir sabiendo aprovechar por medio del trabajo honesto las riquezas de este país, para que no seamos victimas de críticas por las malas consecuencias que puedan sufrir los jóvenes de esta nueva generación, sin poder explicarle en una forma convincente por que se perdió o se arruino el país.
Pero aun así debemos tener fe y ver las cosas en positivo, esto nos permite dar pasos hacia delante, aumentar la creatividad y la fuerza para actuar, sin la menor duda estamos actuando y seguiremos actuando toda la gente de trabajo y hacedores de este país con la firme esperanza de que Dios siempre esta de parte del que quiere el bien, recordemos que lo que unos no pueden lo logran otros, hagamos memoria de aquel dicho que dice: “pobre de aquel que no ha pasado trabajo y no sabe cuánto le costó a quien fue su protector”.
…………………………….Unidos todos por la producción nacional…………………………………..