Desde hace año y medio, los habitantes de El Tamarindo se quedaron sin un espacio adecuado para recibir sus consultas médicas. Los desbordamientos de las quebradas de El Tamarindo y Tamayal, tapiaron gran parte del ambulatorio, que tuvo que ser desalojado y del cual fueron rescatados apenas una camilla y una pequeña nevera.
Desde entonces la comunidad padece al no tener un centro de salud cercano al cual acudir al momento de presentarse algún malestar.
Los médicos y enfermeras que trabajaban en el Ambulatorio Rural I Tamayal, actualmente se turnan para trabajar en pequeños cuartos dentro de las iglesias de El Placer y El Tamarindo, donde a duras penas y con lo poco que tienen, atienden a la comunidad.
Dominga Pérez, habitante del sector, contó cómo desde el desbordamiento de las quebradas, el gobierno se olvidó de la comunidad, y que por iniciativa propia han logrado conseguir espacios para que la consulta médica, tan necesaria para la población, no se acabe.
“Tenemos mucho tiempo sin ambulatorio, la zona ya fue declarada de riesgo por el paso de las quebradas y no puede ser rehabilitado. Necesitamos un espacio digno para la atención en salud de la comunidad”.
Sólo una camilla antigua y un peso se mantienen en el improvisado consultorio donde acuden alrededor de 30 personas diariamente, a pesar del reducido espacio y el mal estado de la infraestructura, deteriorada por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento.
“Las doctoras atienden como pueden, nos toman la tensión y hacen rondas casa por casa para atender a las personas que por su estado de salud y edad no pueden acudir a la consulta. No tenemos muchas medicinas e implementos, pero se hace lo que se puede”.
Los habitantes de El Tamarindo, esperan que los representantes del gobierno, pongan su atención en esta humilde comunidad, azotada por la delincuencia y olvidada por los organismos oficiales. Hacen un llamado para que sea construido un nuevo ambulatorio con todos los servicios para beneficiar a la vecindad y habitantes de comunidades vecinas como Chorobobo, El Taque, entre otras.
Fotos: Jairo Nieto