La falta de mantenimiento de las vías de penetración hacia los centros de producción agrícola, es un problema que constantemente han denunciado los productores y campesinos.
El estado Lara, potencia en materia agrícola y ganadera, carece de vías adecuadas para transportar las cosechas desde las áreas productivas hasta los centros de distribución de alimentos.
Las intensas precipitaciones que cubren la geografía nacional mantienen en alerta a productores y campesinos, quienes exigen a las autoridades la reparación de las carreteras.
El gerente de la Sociedad de Ganaderos de Occidente (Sorgo), Mario Herrera, señaló que las lluvias aún no han ocasionado daños irreversibles. Sin embargo, el agua recrudece el problema. “Tememos que puede haber un deslizamiento en las vías de penetración. Las carreteras están en pésimo estado, especialmente la carretera hacia Curarigua, San Francisco y la Lara-Zulia”.
Explicó Herrera que muchos caseríos resultan incomunicados por los problemas en la vialidad, así como las fallas en el suministro de electricidad.
Sanare en alerta
La realidad no es diferente en el municipio Andrés Eloy Blanco. El productor de papa, Simón Torres, explicó que en el sector Palo Verde las vías están destrozadas a causa de las precipitaciones, sin que exista ninguna acción por parte de las autoridades con competencia. “Aquí en Palo Verde la situación es crítica. No tenemos vías, estamos incomunicados porque ni siquiera llega la luz”.
Esta situación aunado al incumplimiento de pago de la alcaldía de Sanare a los productores, agrava los obstáculos para el desarrollo de la actividad productiva en la zona. “La ingeniero Rosa Lorenzo tiene retrasado el pago a los productores de Sanare en la alcaldía. Es una situación crítica para todos”.
Cuando llueve en el campo se forman carreteras de lodo y sólo vehículo de doble tracción logran pasar. En este sentido, los afectados reiteran el llamado a las autoridades regionales y nacionales a abocarse al mantenimiento oportuno de las vías de penetración agrícola, en aras de que las intensas lluvias no terminen por interrumpir definitivamente el acceso a los centros de producción.
Foto: Jairo Nieto
