#Opinión: La familia, empresa que no admite fracaso Por: Sira Vargas Rodriguez

«No podemos fracasar en la única empresa que tenemos, la familia». Esa frase  la dijo en una oportunidad, un   compañero de estudio y me impactó mucho, porque me permitió reflexionar sobre el asunto. Él tiene una bella familia a la cual atiende con esmero. No siempre fue así –según sus palabras-pero se percató de la importancia que tiene e hizo lo posible por aportar el entusiasmo y sus energías en hacerla armoniosa. Este detalle  debería ser  inculcado desde temprana edad, para que los jóvenes  no pierdan el rumbo y se inicien en una familia con pie firme, con la convicción que esa es la única y mejor empresa que emprenderà, por lo tanto debe ser una experiencia exitosa.
Vuelvo a repetir lo que he escrito en otras oportunidades: “Las jóvenes parejas o los muchachos cuando se hacen novios ven los hijos con una visión romántica del asunto y resulta que no es algo trivial, sino que es extremadamente serio” En esa apuesta va la vida  de  una nueva persona, la de ellos y  la de dos familias más, es decir, tres familias. Por lo tanto, se debe razonar sobre el fundamento, las bases que  construiremos para sostenerla, para mantenerla y en qué condiciones la cuidaremos para luego, poder sentarnos a ver nuestra obra y no solo sentir orgullo, sino  la convicción del deber cumplido.
La familia no es  algo transitorio como generalmente se ve cuando dos personas se casan o se juntas. Ahora, hay la idea que si las relaciones no funcionan el divorcio es la solución, ¿Quién dijo que un divorcio soluciona algo? todo lo contrario, empeora las cosas. Entonces,  no se puede ir a un matrimonio con el dinero del divorcio en el bolsillo como si se tratara de comprar libertad y que todo quede igual. Nada queda igual, luego de un divorcio.
Esta larga introducción me pareció necesaria para tratar el tema de la familia, que no es un tema fácil, ni pretendo hacerlo. Deseo buscar en   la familia las raíces de la  delincuencia que hay en el  país en la actualidad,  además relacionarlo con el tema de la violencia e inseguridad que nos está consumiendo como país. Si bien es cierto que el asunto  de la delincuencia  es complejo por los múltiples factores que influyen en él, considero que atender la familia se hace urgente como forma de  minimizar esta problemática. ¿Dónde nace un delincuente? ¿Dónde  y quien lo cría? Lo cría una madre, generalmente soltera,  quien vive en un barrio o  en cualquier urbanización venezolana. Ese delincuente pudo ser   en su momento   un niño no deseado, o    tal vez fue lanzado a la calle a temprana edad a procurarse el alimento. Debe haber gente que ha estudiado la motivación o las raíces que han llevado a las personas a delinquir. Supongo que entre las causas  habrá una ausencia, violencia,  una falta de atención, de amor , y siempre esa raíz se gestará en el seno de   una familia. Por ello se hacer necesario intervenir pronto, para ver resultados en varias décadas, pero verlos algún día. Difiero del candidato Capriles quien dice que en un año se verá el resultado de su política para frenar la delincuencia. Si no se revisan las causas y si no se ataca el problema desde la raíz jamás tendremos resultados satisfactorios.
Usar los medios  para coadyuvar en la formación de patrones adecuados de comportamiento para asumir la responsabilidad de tener hijos, debería ser una política de estado.
Estoy segura que si se comienza por el currículo de  primaria, de bachillerato  incluyendo una línea  básica de desarrollo del pensamiento, podríamos ir construyendo un andamiaje que nos lleve a  mostrar otra realidad de país. Se hace necesario  educación  para que los muchachos retarden el momento de tener relaciones sexuales,  para que vean al sexo como un acto  racional y no como algo emocional- banal. Además, para que    internalicen   la responsabilidad que tenemos en  nuestros acciones, para  que construyan una autovaloración positiva,   también para que  cultiven la paciencia cambiando esos esquemas inmediatistas que hacen tanto daño al ser humano.  Así mismo para  que elaboren el proyecto de vida como parte fundamental de la toma de decisiones y  la planificación de nuestras acciones. Todo esto estaría incluido en  el uso de habilidades del pensamiento. Podríamos asesorarnos con  los mejores en estos contenidos como son la Dra. Margarita Sánchez y el creador del programa de desarrollo de la inteligencia,  el Dr, Machado, o cualquiera de sus discípulos.  Estos dos  venezolanos insignes  merecen dar los lineamientos al Ministerio de Educación en este sentido,  para preparar a nuestros muchachos en el  uso  su ser racional en la búsqueda de mejor calidad de vida, pero centrándose en la formación de una familia. Para formar la empresa más importante de la vida no nos preparan, ¿será posible que se dé un giro a la educación para convertir a la familia en el conocimiento más importante que debemos construir en la escuela?
[email protected]