#opinión: El Comunismo del Comandante por: Rafael Bayed

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Siempre estamos batallando, para establecer un gobierno que garantice, la vida, la libertad y la propiedad, y siempre faltaba una: hasta hoy que nos faltan las tres garantías más importantes de un sistema de gobierno, desde el 13 de enero de 1830, cuando comenzó la odisea de crear una Republica, nunca se ha conocido la democracia real. La prédica demagógica y barata del Comandante comunista de hablar de «cuarenta años de punto fijismo» no tiene nada que ver con el sistema democrático, ni a favor ni en contra, y no pasa de ser una aplicación simplista y militar de los consejos de su asesor fascista ya fallecido, Norberto Ceresole, que a su vez se baso en las ideas, si se pueden llamar así, expresadas por Adolf Hitler en su libro Mein Kampff, especialmente en lo relativo a la propaganda política, que debe ser simplísima, repetitiva y limitada a un par de ideas que la capa social mas baja y sin conciencia de clase, pueda entender y hacer suyas, de colores y símbolos
El proyecto político del chavismo comunista es instaurar un corporativismo estatal totalitario y una economía gubernamental mientras su base intelectual plantea una sumisión de la razón a la voluntad y la acción, un nacionalismo fuertemente identitario con componentes victimitas que conduce a la violencia contra los que se definen como enemigos por un eficaz aparato de propaganda, un componente social interclasista, y una negación a ubicarse en el espectro político, imperialistas y chavistas, lo que no impide que habitualmente la historiografía y la ciencia política ubiquen al chavismo en un extremo y le relacionen con la plutocracia, identificándolo algunas veces como un capitalismo de Estado, o bien lo identifique como una variante chovinista del socialismo de Estado, que no es mas que un comunismo disfrazado, que se presenta como una vía o posición que se opone radicalmente tanto a la democracia liberal como al movimiento obrero tradicional en fracaso.
Puede considerarse que el comunismo chavista es un totalitarismo centrado en el Estado: El pueblo es el cuerpo del Estado, y el Estado es el espíritu del pueblo. En la doctrina fascista, el pueblo es el Estado y el Estado es el pueblo.
Con el comunismo no hay términos medios, no cabe más que luchar contra él hasta exterminarlo o sucumbir a él.
Los cincuenta y cuatro años de dominio de las cúpulas podridas, que incluyen el de la cúpula chavista en el que ha gobernado un partido militarista, formado por ex-adecos, ex copeyanos, ñángaras y fascistas, no han sido sino de falsa democracia. Hoy, es necesario buscar la democracia auténtica, que enfrente al partido militarista, llamado PSUV, con un planteamiento verdaderamente democrático, civilista y civilizado, en el que haya la suficiente honestidad como para ser honestos y la suficiente democracia como para ser democráticos. Así de simple. Pero hay que dejar de lado la ambición, la cobardía y la deshonestidad intelectual que caracteriza a los que se reúnen en ese circo de mala muerte que llaman chavismo. Y, sobre todo, hay que organizar un movimiento cívico y democrático para trabajar por el país, por el pueblo y por el porvenir.
@rabayma

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