¿Son directamente proporcionales el tiempo que uno dedica a hacer ejercicio y la cantidad de peso que se pierde? A pesar de que muchos programas de entrenamiento personal mantengan que sí, defendiendo horas interminables a lomos de la bicicleta estática, parece ser que no es así, lo que provoca una gran frustración entre las personas que plantean como principal objetivo de su actividad física la pérdida de peso. Es lo que afirma un reciente estudio realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Copenhague y que será publicado próximamente en el American Journal of Phisiology. En concreto, señalan los científicos, realizar media hora de ejercicio aeróbico tiene los mismos resultados que emplear una hora completa en tal actividad.
Sgún los datos proporcionados por el estudio, los hombres analizados que habían estado menos tiempo haciendo ejercicio perdieron 3,6 kilogramos, frente a los 2,7 de los que dedicaron más tiempo. La reducción de la masa corporal de los dos grupos se encontraba en cuatro kilos para ambos. El estudio se ha basado en los datos recogidos de una muestra de 60 hombres con sobrepeso, a los que se siguió durante tres semanas para comprobar sus cambios fisiológicos, y ha sido llevado a cabo por el FINE de la Universidad danesa, que tiene como objetivo modificar los hábitos de vida para poner freno al problema de la obesidad en el país escandinavo, que como señalan los autores, asciende hasta el 40% de los varones.
La razón que aducen los investigadores, encabezados por el doctor Mads Rosenkilde, para explicar tales “resultados únicos” es que creen queenfrentarse a media hora de ejercicio intenso es mucho más motivador que hacerlo durante una hora completa, por lo que los que tenían menos tiempo por delante se esforzaban más durante esa media hora y, cuando terminaban, estaban más dispuestos a seguir ejercitándose, mientras que los que tenían que estar más tiempo acababan fatigados y hambrientos. Según señala el estudio, esto se debe a que la prolongación del ejercicio hace que los mecanismos compensatorios del cuerpo provoquen una mayor hambre o disminuyan el Índice Metabólico Basal, el requerimiento energético de cada individuo. Además, aquellos que pertenecían al grupo de la media hora quemaron más calorías de lo planeado por el grupo de investigadores, lo que les ha llevado a mantener que es preferible una constancia diaria en el ejercicio que pegarse “atracones” de ejercicio sin continuidad.
Rosenkilde, portavoz del grupo de científicos, mantiene que el ejercicio físico constante debe ser la mejor manera para superar un problema que afecta cada vez más a la población mundial como es el de la obesidad, pero concede que tiene un problema añadido: que consume demasiado tiempo y que es, en muchos casos, difícilmente compatible con la estresante y exigente vida contemporánea. Por ello propone que utilizar el ejercicio como una manera de transporte –es decir, ir corriendo al trabajo– puede ser una herramienta útil para realizar ese ejercicio físico necesario.
El tiempo del ejercicio aeróbico
Para comenzar a perder peso, los expertos mantienen que la cantidad de tiempo dedicado al ejercicio debe ser, como mínimo, un cuarto de hora intenso o una media hora de actividad moderada, que es lo que tarda el cuerpo en agotar otras reservas como el ATP (que apenas dura unos segundos, y que proviene de la alimentación diaria) o el glucógeno, que dura un poco más, dependiendo de la intensidad del ejercicio. Es una vez agotados estos depósitos cuando se comienza a quemar la grasa acumulada, por lo general, una media hora, el período utilizado en la investigación. El estudio realizado en la Universidad de Copenhague afirma, a este respecto, que realizar el ejercicio suficiente cada día para comenzar a sudar levemente sería más que suficiente para llevar una vida más sana. Una actividad que, además, debe ir acompañada de una alimentación saludable.