El tema de la recolección de basura o desechos sólidos en una ciudad tiene muchas aristas al momento de abordarlo.
Por una parte recae una gran responsabilidad en la institución encargada de emprender a diario esta importante tarea, impulsada desde el municipio, responsable de que las calles y las casas se mantengan despejadas de desperdicios, en cumplimiento a un servicio que finalmente establece una tarifa que es cobrada al usuario a través del recibo de electricidad, y que debe ser cancelado con puntualidad.
Por otra parte, está la falta de conciencia y sentido común de la mayoría de personas que sin el menor remordiendo y cuidado arrojan cualquier tipo de sucio a la calle, como botellas de plástico, botellas de vidrio; vasos, empaques de comida y hasta animales muertos, en detrimento de la existencia de la Ordenanza de Convivencia Ciudadana que regula esta materia. Lamentablemente en Venezuela no está arraigada la cultura de la limpieza de una ciudad, y mucho menos del mantenimiento de áreas públicas que deben permanecer impecables, no solamente por aquello del ornato, sino para que haya salubridad colectiva.
Fuera de estas dos grandes fallas, se involucra además la falta de logística de las empresas encargadas de la recolección de toneladas de basura casa por casa, las cuales en la mayoría de los casos trabajan con poco presupuesto y viven con los camiones accidentados, equipos en mal estado y trabajadores descontentos por el bajo salario y reivindicaciones laborales que perciben.
Ya la ciudad fue testigo de diversas protestas públicas, principalmente en el municipio Palavecino hace cuatro años, cuando obreros pararon las unidades repletas de basura frente a la sede de la Alcaldía, en reclamo a incremento salarial y otros beneficios contractuales.
Esta situación repercute directamente en distintas barriadas, urbanizaciones y sectores porque se queda la basura acumulada en bolsas guindadas en ventanales y cercas de alfajol, hasta que llegan los perros callejeros a devorarlas, entonces empeora el problema con los malos olores, la inmundicia, gusanos y roedores en cada zona donde se produce esta falla.
Otra realidad es que la urbe está en franco crecimiento poblacional y este índice expansivo requiere que el Municipio lo considere para que no haya déficit, es decir, este incremento genera mayor cantidad de basura y por lo tanto debería ampliarse el servicio con más camiones, más personal, más inversión de recursos humanos y económicos.
Otro impacto negativo es el asentamiento de ranchos y casas sin ningún control por parte de la municipalidad, lo que eleva aún más las toneladas de basura en esos lugares fuera de la programación de recolección, porque no existen como tal para Alcaldía, en cuanto a urbanismo.
De manera que el problema es complejo, aunque no difícil de mejorarlo.
Lara será centro piloto nacional
Frank Sánchez, presidente de Imaubar desde febrero de 2009, por designación de la alcaldesa Amalia Sáez, pese a reconocer que el tema de la basura es complejo, mostró satisfacción por cuanto de 750 toneladas de desechos sólidos que se recogían diariamente en Iribarren hace tres años, ahora están en 1.250 toneladas, lo que representa un incremento de más del 92% de efectividad en el servicio, gracias a la ampliación de una serie de programas, el 8% restante que se queda por cualquier circunstancia siempre se atiende.
Cada tonelada de basura recogida le cuesta a Imaubar 550 mil bolívares fuertes, apuntó.
Para ello, dijo, se cuenta con la empresa Urbaser que labora para la zona norte desde 1994, y con Sateca, que desde 1998 presta sus servicios para la zona sur; la primera bajo contrato administrativo y la segunda mediante concesión, mientras Imaubar, creado hace 23 años, se encarga conjuntamente con el municipio de la supervisión, evaluación, seguimiento y control del sistema de estas dos operadoras.
Señaló además que de 450 kilómetros de barrido diario de las principales calles y avenidas de Barquisimeto se aumentó a 750, gracias a la creación de la Brigada Femenina, integrada por 300 mujeres.
Para atender con prontitud a las comunidades, Sánchez se refirió a la Unidad de Respuesta Inmediata Ambiental (UREA), constituida por una sala situacional donde se mantiene un enlace directo con el usuario para atender sus quejas, a través de mensajería de texto por 0800 Imaubar (4628227) y por el twitter: @imaubar.
En esta misma sala permanece un equipo de prensa que le hace seguimiento a los periódicos locales, “principalmente a los reportes de Cheo” (columna de EL IMPULSO), y a programas de opinión pública, tanto radiales como televisivos, y todo lo que se diga en torno a la basura lo resolvemos, acotó.
En materia de dotación, puntualizó que en el 2010 la alcaldesa incorporó 8 camiones minimatis para reforzar la zona sur; este año 8 unidades más, y se esperan otras 4, para un total de 900 unidades operativas entre compactadoras, carga liviana, volteos, camiones 350 y 750, los cuales recogen los desechos sólidos de orden comercial, industrial y domiciliario, así como desecho vegetal por limpieza de espacios públicos.
Ampliando sus competencias y en atención a un informe del Ministerio del Ambiente, Imaubar lleva un programa de saneamiento y limpieza de quebradas desde 2009 hasta la fecha, para lo cual la Alcaldía invirtió más de 12 millones de bolívares fuertes, indicó, y agregó que pese al período de lluvia no hay reporte de eventualidad por quebrada desbordada.
Lo novedoso
Sánchez adelantó que en septiembre Lara se convierte en centro piloto a escala nacional de los Espacios Ecológicamente Sustentables, un proyecto de Imaubar y de la Alcaldía, el cual comenzará en el área de las ferias de las comidas de dos centros comerciales de la ciudad, uno en el oeste y otro en el este.
Se trata de un moderno diseño de contenedores para separar los desechos sólidos, como cartón, plástico y papel, a futuro reutilizables, los cuales estarán atendidos por un equipo preparado en talleres para orientar al usuario de cómo hacerlo.
Así evitas que haya más basura, más contaminación y que todos los elementos difíciles de biodegradar se conviertan en un problema ambiental que desmejora la calidad de vida.
Diferentes empresas recicladoras se llevarán el material a los centros de reciclado.
Destacó que 120 mil niños escolares se preparan dentro del programa
Certificaciones de Escuelas Libres de Desecho, en unas 150 unidades educativas, justamente para que aprendan a separar desechos reciclables.
Este proyecto fue acogido por la Dirección Municipal de Educación, expuso.
Resaltó que en el 2010, producto de todos estos trabajos, Imaubar recibió la certificación de la ONG Vitalis como la ciudad más limpia de Venezuela y municipio ecológico por excelencia.
Reformarán ordenanza y sanciones
La ordenanza de Imaubar data de 1989 y está obsoleta, por lo tanto, el instituto se rige por la Ordenanza de Convivencia Ciudadana, la cual sanciona con trabajos comunitarios y multas en unidades tributarias al que arroje escombros en sitios públicos o coloque desechos a deshoras, entre otras.
En este sentido, reveló que ya la Alcaldesa entregó a la Cámara Municipal un proyecto de ordenanza, adaptada a la nueva Ley de Gestión Integral de la Basura aprobada en 2010 y ejecutada desde 2011.
Se quiere una ordenanza de avanzada, dirigida a la educación ambiental, para crear conciencia al usuario de cómo manejar los desechos y transmitirle que con su aporte genera limpieza.
La comunidad supervisa
Habló Sánchez de los Supervisores Ecológicos Comunales. Actualmente son 25 líderes de igual número de comunidades de las parroquias de Iribarren, encargados de chequear que todo esté marchando bien en cuanto a la recolección.
Si algo falla se comunican rápidamente con la sala situacional de Imaubar y se atiende la contingencia lo antes posible.
La meta es llegar a 100 supervisores entre septiembre y octubre, en una primera etapa.
Recaudación del servicio
“Todos pagan”, fue lo primero que dijo Sánchez, para inmediatamente referirse a las tarifas socialistas para las comunidades más humildes cuyo monto mensual es de 3 bolívares fuertes. Le siguen las tarifas residenciales que van desde 12 hasta 115 bolívares fuertes, el cobro se calcula dependiendo de la zona y del poder adquisitivo del usuario.
Esgrimió que del total recaudado el 75% se lo llevan las empresas recolectoras, es decir, Sateca y Urbaser.
No obstante, la Alcaldía realiza importantes ingresos para que el servicio no se paralice.
Recomendaciones
• El usuario debe trabar en conjunto con el instituto.
• Entender el sistema de Imaubar y familiarizarce con sus programas.
• Integrar más Supervisores Ecológicos.
• Disponer mejor los desechos.
• Cuando el servicio falle se deben activar las líneas y el sistema de red para atenderlos.
• Denunciar cualquier irregularidad que se presente con un obrero, por cobros indebidos.
• Entender que la ciudad más limpia es la que menos se ensucia.