El comportamiento declinante de la industria nacional, se debe a las mismas causas, ataques a la propiedad privada, la incertidumbre política afecta a más del 80% de las empresas, se han registrado más de 1.164 intervenciones, ocupaciones y confiscaciones, afectando severamente el clima de inversión de empresas
El planteamiento lo hizo en conferencia de prensa el presidente dela Confederación Venezolanade Industriales (Conindustria), Carlos Larrazábal González, quien indica que las cifras del BCV, vienen a ratificar los señalamientos realizados por el gremio desde diciembre del año pasado.
Recuerda que mientras en 1998 el sector industrial representaba 17,4% del total de nuestra economía, en el primer semestre apenas concentra 14,3%.
Destacó que desde finales del año 2005, de los 27 trimestres transcurridos, la manufactura solo creció por encima de la economía total en 4 de ellos. Asimismo, señaló que de acuerdo lo señalado por el BCV, los sectores transables básicos apenas crecen: petróleo, 1% y manufactura, 0,4%; en tanto que los sectores beneficiados por el elevado gasto público, debido a la coyuntura electoral, como es el caso de los servicios, muestran un mayor dinamismo: banca, 34%; comercio, 10% y servicios del gobierno, 6%., cifras que dan cuenta de una pérdida de competitividad nacional y de las fallas en la industria petrolera para incrementar sus niveles de producción.
Cifras que no mienten
Indica Larrazábal, que el sector privado tiene cada vez más dificultades para las importaciones de materias primas y maquinaria, pues el tiempo para la liquidación de divisas por parte de Cadivi aumentó de30 a60 días, para los sectores prioritarios y los demás de90 a130 días y más entre 2011 y 2012, según reportan las cámaras afiliadas a Conindustria, a lo cual se agrega la crisis portuaria cuyos retrasos en la carga y descarga encarece significativamente los costos de importación hasta en 285% en promedio.
Indicó que los resultados de la encuesta de coyuntura del II trimestre, realizada por ese organismo gremial, están en línea con lo presentado por el BCV, pues la mayoría de las variables (situación de la empresa, ventas, producción y empleo) está en el rango de cero crecimiento.
En el segundo lapso del año, la capacidad utilizada de la industria sube en promedio a 55,96%, porcentaje inferior al del mismo período de 2007 y 2008. Sin embargo, 47% de los consultados reportó caída en la producción, destacando el descenso de 57% en la pequeña industria.
Asimismo, 35% de la muestra señaló que no invertirá, situación que se hace más evidente en la pequeña industria cuando el 50% está en esa posición.
Crecen los obstáculos
Entre los factores que impiden aumentar la producción, la incertidumbre política se mantiene como el más importante con 86% de respuestas; seguido por las dificultades en el acceso a las materias primas (80%) por el colapso de las empresas básicas principalmente y de las divisas (76%), mientras que la baja demanda es mencionada por 73% de los consultados. Asimismo, 65% de los encuestados aseguró que el racionamiento eléctrico es un obstáculo. Llama la atención también que la aumentó el peso de la conflictividad laboral (59% de las respuestas) como problema para aumentar la producción, lo que está vinculado con la puesta en vigencia de la nueva Ley Orgánica del Trabajo (LOTTT).
A esto se agrega la inseguridad jurídica que afecta al sector privado de la economía, al punto que Conindustria contabiliza un total de 1.168 intervenciones a la propiedad privada desde 2002 hasta el cierre de julio del presente año. Y más del 80% de estas intervenciones se han generado desde 2009 y a un ritmo creciente.
Carlos Larrazábal señaló que bajo estas condiciones y el clima poco favorable para el sector, marcado por controles de precios y de cambio, intervenciones e importaciones crecientes por parte del Estado, es imposible pensar en un crecimiento de la inversión privada. “Sin inversión a largo plazo, no habrá estímulos para producir más y crear nuevos empleos estables y bien remunerados y mucho menos para competir”, aseguro.
Foto: Oswaldo Azuaje