El presidente Hugo Chávez tiene una deuda general con los trabajadores, advierte el secretario general del Sindicato Único Nacional de Empleados Públicos de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) Casa Matriz, Juan Gómez, al referirse a las condiciones en las cuales se encuentran las empresas básicas del país, tras su nacionalización. “En general, la situación laboral de las empresas básicas es bastante crítica; tenemos el contrato vencido desde hace cinco años, se viola la convención colectiva pues no se cumplen los beneficios que contemplan. Las evaluaciones tampoco se están cumpliendo. Los planes vacacionales para nuestros hijos disminuyeron su calidad, al igual que los uniformes para las actividades deportivas. Todo ha sido deterioro en los últimos 14 años”.
Gómez pertenece al sindicato de la CVG Guayana, de donde nacieron los lineamientos básicos para la conformación de empresas como Alcasa o Venalum. “Sabemos muy bien hacia dónde debían dirigirse los esfuerzos del Gobierno para sacar adelante a las empresas básicas.
En la intervención del día lunes durante la cadena de radio y televisión, el Presidente se mostró un poco molesto porque uno de los dirigentes sindicales le exigió la negociación del contrato colectivo. Desafortunadamente, se incomodó porque no está ganado a que los trabajadores obtengamos un beneficio por nuestro esfuerzo”.
Explicó Gómez que en el año 2008 el mandatario nacional llamó a los trabajadores “oligarcas” porque tenían buenos carros, seguro médico y excelentes beneficios salariales. “Nosotros expresamos que todo eso lo habíamos logrado con trabajo y esfuerzo. Son conquistas de los sindicatos para recompensar la labor que se cumple en las principales empresas del país. El Presidente se vuelve a equivocar con nosotros. Quienes estuvieron en el evento fueron solamente de Sidor; no hubo representantes de otros sindicatos y sin embargo, se percibió el sentir de la clase obrera que ya no quiere a este régimen porque persigue a los trabajadores, los irrespeta y los mete presos”.
El dirigente sindical destacó que quizá el Jefe de Estado aspiraba a recibir una bienvenida, pero se enfrentó con el creciente malestar de los trabajadores. “No sabemos hacia dónde van las inversiones del fondo chino por cuanto cada día el deterioro de las empresas es evidente”.
La producción de Carbonorte, dijo, no está disponible y en Puerto La Cruz se pierde la materia prima para la producción. “A Guayana se ha enviado gente foránea que no tienen preparación, generando deterioro y destrucción de las empresas de la región”.
Con respecto a la posibilidad de que las deudas laborales del sector público sean canceladas con Petrobonos, el sindicalista considera que es “una promesa más” para engañar a los trabajadores. “Este es un nuevo engaño hacia el país. Hablan de proyectos que no se han realizado, la ciudad del acero, la ciudad del aluminio, todo ha quedado en papel”.
Foto: Daniel Arrieta/ Archivo
