Frente a la Plaza Bolívar, fue el acto a propósito del Día Nacional del Bombero. El cuerpo de Iribarren cuenta con 350 integrantes, entre hombres y mujeres, dedicados a este valioso oficio que requiere de mucha disciplina y compromiso con el prójimo.
El coronel Giovani Pastor Díaz, comandante del Cuerpo de Bomberos en el municipio Iribarren, declaró que el servicio a la sociedad es producto de la sensibilidad que acompaña a los hombres de azul, más que identificados con la institución, “porque sirven a los ciudadanos sin importar los riesgos”.
En dicho acto estuvo presente la alcaldesa Amalia Sáez, quien entregó más de 500 uniformes, entre los diferentes equipos de seguridad que utilizan, a fin de contar con los implementos necesarios para acudir en situaciones de emergencia.
“Por suerte, hemos sido dotados de uniformes y botas, muy útiles al momento de apagar un incendio; hay que garantizar también la seguridad de nuestros funcionarios”, expresó.
Vocación
El orador de orden fue el teniente e ingeniero Luis Abarca, con 22 años de servicio en la institución bomberil del municipio Iribarren. “Emepecé como brigadista juvenil; siete años estuve como bombero voluntario y desde hace diez años soy parte del equipo de profesionales”, contó orgulloso de su trabajo.
Exhortó a los padres y/o representantes a que valoren el desempeño de sus hijos o supervisados en la atención con los demás, en situaciones de emergencias. Probablemente esté en ellos la vocación de ser bomberos.
Habló de los peligros que encuentran al abordar una situación de emergencia pero que son nada ante las grandes satisfacciones que les deja como personas al ayudar a quien sufre algún accidente, tragedia.
No hay horarios ni honorario suficiente que pueda pagar el esfuerzo de los bomberos, la sociedad entera les da un agradecimiento que resulta más valioso. Prueba de ello, es el respaldo que brindaron ayer los barquisimetanos, participantes del homenaje que rindió la Alcaldía de Iribarren a los profesionales que celebraron su día.
“Estamos orgullosos del trabajo que hacemos; ayudar a una persona que no puede valerse por sí mismo frente a una emergencia, nos alienta para seguir sirviendo a los demás. Ser bombero es una bendición”, sostuvo el orador de orden, teniente Luis Abarca.
Fotos: Simón Alberto Orellana